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Blanca Castillo, quien trabaja con sus hijas, cumplirá 75 años en noviembre
‘Doña Suca’ le da sabor a cada partido del Alejandro Serrano Aguilar
Mientras los jugadores se alistan para su partido y los hinchas se acomodan para apoyar a sus equipos, en los bajos del Alejandro Serrano Aguilar, Blanca Castillo, más conocida como ‘doña Suca’, también se prepara para satisfacer el paladar de los aficionados.
Lleva más de 40 años vendiendo comida al interior del principal escenario deportivo de Cuenca. Inició este negocio desde la creación del ‘equipo colorado’ (en la década del setenta); desde entonces se encarga de darle sabor a cada encuentro deportivo en el que los ‘morlacos’ actúan como dueños de casa.
‘Doña Suca’ inicialmente ofrecía papas con cuero, caldo de patas y fritada. “Un día, me acuerdo que jugó el Barcelona, y yo no tenía qué vender. Tenía un poco de carne, le hice pedacitos, hice un refrito y saqué a la venta el sequito de chivo”, cuenta.
Desde entonces esta comida, que es una mezcla de carne de res y de borrego, se ha convertido en el plato fuerte de sus ventas. También ofrece seco de pollo y guatita.
Para unos es el sabor natural y para otros es el carisma de ‘doña Suca’ lo que hace que la comida que ella prepara sea sabrosa.
“La ‘doña Suca’ no se alcanza para vender, creo que no hay cuencano que haya ido al estadio y no haya comido un seco de la Suca”, dijo un hincha del equipo morlaco.
“¡Suca, un mixto!”, “¡Suca, deme unito!”, son algunas de las frases que se escuchan en su local mientras se desarrollan los partidos.
Cuando tenía 27 años empezó a trabajar en el escenario deportivo, en ese entonces en el sector no había más que una cancha rodeada de llanos y graderíos de madera. Llegó como guardiana aunque también se encargaba de la limpieza y mantenimiento. “Llegué como empleada municipal y aquí nacieron mis hijos. Primero tenía una pieza en tribuna y luego en palco”, comentó.
Ahora, ‘doña Suca’, quien cumplirá 75 años, tiene su pieza en la general norte, en donde vive con sus 2 hijas solteras.
Son alrededor de 47 años los que lleva viviendo en el estadio. “Mi vida es el estadio, por eso no me voy; si me voy de aquí me he de ir a morir”, expresó.
En la actualidad trabaja con sus hijas y tiene varios puntos de venta dentro de las instalaciones deportivas, además de otros puestos en diferentes sectores de la ciudad.
Su carácter, no tener conflictos con nadie, ser respetuosa y muy amable, cree ella que han permitido que le vaya bien en el negocio.
‘Doña Suca’, quien cuenta que no le gusta arreglar la casa, pero sí cocinar, no tiene recelo de contar qué es lo que hace que la comida que prepara sea sabrosa. “Mi seco lo hago con todas las cosas naturales, yo no pongo nada de condimentos. Todo es natural”, señaló.
Además comentó que el “juguito” de los secos no tiene nada de agua. “Es solo el jugo de tomate”.
La mujer explicó que no sabe cuántos platos vende en cada encuentro deportivo, lo que sí aseguró es que las ventas se duplican cuando el Deportivo Cuenca se enfrenta al Barcelona, Emelec o a Liga de Quito.
Recuerda que cuando el Deportivo Cuenca clasificó por primera vez a la Copa Libertadores de América (1976) y le tocó enfrentarse contra un club argentino, “vendió como nunca”. “Creo que hice 3 veces la comida ese día”, dijo.
Expresó que la preparación de la comida para cada partido le toma más de 6 horas, por lo que hay veces en las que ni duerme.
Dice ser una mujer muy querida y respetada, lo que ha hecho que exjugadores del equipo morlaco la visiten. Hace unos días recibió a Fausto ‘Rocola’ Klínger, quien llegó de Estados Unidos. Y en 2011 el argentino Rodolfo Piazza también llegó a saludarla. (F)