El fiscal provincial de Loja, Patricio Cueva Casanova,  dejó su cargo ayer luego de que se le aprobó la renuncia que presentó hace 14 meses.

Afirmó que el tiempo de espera le resultó  incómodo porque  tuvo que dejar de lado muchas oportunidades.

Hasta ayer continuó sus labores en el despacho y examinó los procesos que tenía a su cargo.

En 1997, Cueva comenzó a trabajar como agente fiscal en el cantón Calvas, donde estuvo cinco años; luego fue trasladado a Loja para  ejercer la función  Penal y Tránsito,  hasta  2007.

En este último año fue encargado del despacho provincial por  Washington Pesantez, fiscal general de ese entonces.

A través de sus gestiones logró adecuar las instalaciones donde funcionaba la entidad. Posteriormente se compró el edificio de la entidad a un valor de $ 1’100.000.

Una vez hecha la adquisición, la estructura fue remodelada  con una inversión de aproximadamente  $ 1’800.000

Del mismo modo quedaron equipadas  las oficinas y mejorado el parque automotor. Por donación y comodato obtuvieron dos lotes de terreno  para que funcionen allí los laboratorios médicos de la Fiscalía.
Según Cueva, se duplicó el personal,  a través de concursos de méritos y oposición.