LOS VECINOS DEL PROYECTO ESPERAN LA CONSTRUCCIÓN DE PLANTAS DE AGUA POTABLE
Diez comunidades acceden a obras gracias a Minas-San Francisco
Una decena de comunidades que viven en el límite fronterizo entre las provincias de Azuay y El Oro, se convertirán en el corazón eléctrico del sur del país a partir de marzo del 2016.
Los lugareños fueron testigos de la puesta en marcha del taladro gigante que empezará a cavar un túnel en el proyecto hidroeléctrico Minas-San Francisco.
Las comunidades están en 2 cantones, Pucará (Azuay) y Pasaje (El Oro). Sus moradores ya se beneficiaron con obras de compensación como vías de acceso, electricidad y mejoras en las escuelas. “Cuando no estaba el proyecto sufríamos por el polvo, ya que no había asfalto; ahora, con la llegada de la hidroeléctrica las carreteras están en buen estado, aunque en algunos sectores falta mucho por hacer. También se ha dado más dinamismo al pueblo”, dijo Zoila Guamán, habitante de Sarayunga.
El alcalde de Pucará, Rogelio Reyes Delgado, destacó el beneficio que reciben sus comunidades. “El Gobierno ha sido bien claro que donde hay obras emblemáticas, las zonas de influencia tendrán que ser las beneficiadas con el 30%. Actualmente se nos ha apoyado con vías de acceso, arreglo de establecimientos escolares, pero pronto estaremos iniciando la obra que dotará de agua potable y el alcantarillado a 5 comunidades”, indicó el funcionario.
La economía de todas estas poblaciones gira en torno a la agricultura, ganadería y minería artesanal. Son alrededor de 10 mil personas las que habitan en los alrededores del proyecto.
Al momento, se han invertido más $ 2 millones en desarrollo territorial. Sin embargo, algunos pobladores de Sarayunga se quejan por la falta de agua potable.
Aunque ya existe una iniciativa para edificar 3 plantas procesadoras del líquido, con una inversión de $ 1,5 millones.
Abraham Sánchez, habitante de Uzhcurumi (Pasaje), asistió por primera vez al campamento. Él, en compañía de sus familiares, observaba cómo se generará energía para el sur del país. “Espero que haya electricidad las 24 horas, para mi pueblo ya que en ciertos sectores no hay en la noche”, dijo el lugareño.
Comentó que sus hijos no trabajan en el lugar a pesar de ser de la zona. “Ellos se dedican a la agricultura”, precisó.
Actualmente, la obra genera mil empleos para ecuatorianos (90% son de la zona) y 360 chinos que cumplen labores técnicas.
Rafael Poveda, ministro coordinador de Sectores Estratégicos, explicó que con la llegada de la tuneladora (taladro), se realizará un túnel de 10,5 kilómetros que va desde Sarayunga hasta San Francisco.
El aparato de 700 toneladas fue fabricado en Italia y China y su costo fue de $ 20 millones. “Sustituir el diésel por gas natural traído desde Bajo Alto (El Guabo), ha generado más de $ 500 millones en ahorro, en los últimos tres años”, dijo el secretario de Estado.
El túnel será revestido utilizando dovelas de hormigón, que desviarán el agua del río y generarán energía. La obra, considerada la tercera en importancia a nivel del país, tiene 40% de avance y se espera que entre en funcionamiento el primer semestre del 2016.