Los  problemas económicos que atraviesa España pusieron en movimiento las ideas de los migrantes ecuatorianos.         

Un grupo de cuencanos se unieron en torno a un proyecto y ahora importan al Ecuador aceite de oliva virgen extra desde la provincia de Jaén, desafiando  cualquier inconveniente burocrático.    

La idea, que no es nueva,  nació de Óscar Barreto, hace unos 10 años aproximadamente.
Este azuayo que emigró a ese país en busca de trabajo  -como lo hacen muchos compatriotas- ahora es un próspero comerciante e incluso da trabajo a mano de obra ecuatoriana.

Barreto junto a otros allegados compró acciones de la empresa “La Gran Insignia” de España, donde trabajan alrededor de 3 mil personas en tiempos de cosecha de aceitunas, la mayoría de ellos ecuatorianos.

Desde que  se internacionalizó el producto (lo comenzaron a llevar a Bélgica,  Estados Unidos e incluso China) los ecuatorianos se dieron cuenta de que  podría llegar también a la capital azuaya.

Es así  que desde hace seis meses, este grupo de emprendedores fijó su mirada en el mercado nacional.

Trajeron los primeros 10 mil litros para vender en la ciudad y les fue bien.    
Comercializaron todo el aceite, ya que al decir de ellos es un producto  único que llega al Ecuador y que  tiene incluso propiedades curativas. Sus principales clientes son los hoteles y restaurantes.

Sin embargo, el proyecto no queda allí. Ellos analizan también  el negocio de la crianza de cerdos para obtener jamón, y para eso están adquiriendo un terreno en el cantón Pucará a 126 km. de Cuenca.