La Gobernación de Azuay fue el escenario donde la ministra (e) de Minas, Rebeca Illescas, recibió a un grupo de comuneros de la zona de influencia del proyecto Río Blanco, quienes abogan a favor de la actividad minera.

Desde la semana pasada, las actividades en el proyecto están paralizadas, tras una protesta de grupos antimineros, quienes piden que esta actividad se detenga.

Illescas recalcó que hasta el momento no existe ningún estudio oficial que hable sobre daños ambientales o afectación del agua en el lugar.

Además, aseguró que el 9% del territorio del Azuay está concesionado para minería metálica y el 14% para minería general.

En la cita, representantes de la comunidad de Molleturo rechazaron la violencia generada por grupos, según dijeron, que no pertenecen a las zonas de influencia" del proyecto. Aseguraron que no permitirán que extraños generen caos en la localidad.

Giovanny Peñaloza, representante de la comunidad de Cochapamba, explicó que trabaja alrededor de 20 años cerca del proyecto. Agradeció las fuentes de empleo y el desarrollo que se ha generado en la localidad.

Xavier Enderica, gobernador del Azuay, dijo que no se permitirá que existan confrontaciones, "nada justifica la violencia, hemos brindado todo el apoyo en seguridad a las comunidades".

Mientras se desarrollaba el encuentro, en los alrededores de la Gobernación se dieron cita grupos de ambientalistas que se oponen a la explotación metálica en Río Blanco.  (I)