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Ecuador, 22 de Enero de 2025
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El Telégrafo
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Catedral La Inmaculada expone sus historia y secretos a los foráneos

La cripta está ubicada en la parte baja de la Catedral de la Inmaculada. Tiene 535 nichos.
La cripta está ubicada en la parte baja de la Catedral de la Inmaculada. Tiene 535 nichos.
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A mediados de 1789 nació la idea de edificar un templo para Cuenca de la “mano” del primer obispo de la ciudad, José Carrión y Marfil, según textos del historiador Juan Cordero Iñiguez. Sin embargo, no fue sino hasta 1885 que arrancó el proyecto debido a la iniciativa de monseñor Miguel León Garrido. “Quiero un templo tan grande como la fe de su pueblo”, expresó al momento de encargar la elaboración de los planos, al redentorista Juan Stiehle.

La Catedral de la Inmaculada Concepción, popularmente llamada Catedral Nueva, cuenta con más de 105 metros de largo, 50 de ancho y 55 metros de alto. Está ubicada en las calles Benigno Malo y Mariscal Sucre. Tiene capacidad para albergar a 7 mil personas. Este templo fue destinado por años únicamente a actividades religiosas, pero los gastos que implica el mantenimiento de una edificación de tal envergadura obligaron a sus directivos a apostar por el turismo.

Danilo León, guía turístico de la catedral, señaló que ante la incesante demanda, el personal destinado a esta actividad pasó de solo una persona a tres en días regulares y cuatro en días festivos y feriados. “En un día se realizan alrededor de 10 recorridos, estos son bilingües, en inglés y español. Tenemos muchos visitantes del país, en especial de la Costa, claro que esto depende de la época del año; también nos visitan, en su mayoría, turistas extranjeros”, indicó.

Causa gran sorpresa en los visitantes descubrir que el templo cuencano de influencia neogótica, renacentista y románica fue erguido sin necesidad de vigas, el soporte de este radica en los cimientos de más de 15 metros. Según el historiador Cordero Iñiguez, para la construcción no se empleó ni hierro ni cemento. Uno de los principales materiales fue el mortero, componente que surge de la fusión de cal, arena y agua, empleado para compactar los ladrillos.

La construcción de la catedral aún no concluye. Las torres y campanarios frontales nunca llegaron a edificarse, puesto que la estructura no soportaría el peso de estas y colapsaría. Esto se debe a un error de cálculo al momento de cavar los cimientos, se indica.

De haberse construido dichos elementos, el santuario tendría entre 90 y 92 metros de alto.

El artista vasco Guillermo Larrazábal fue el encargado de engalanar la catedral con sus vitrales. “Cada uno de ellos cuenta una historia relacionada con las imágenes que se ubican en los diferentes altares. Por ejemplo, tenemos la figura de Santo Hermano Miguel, religioso cuencano. Los vitrales situados en la parte superior cuentan su vida”, dijo León. Agregó, mientras iniciaba el recorrido en el interior del templo, que hay libros y elementos que recuerdan su labor en la educación.

Uno de los aspectos más llamativos es el altar mayor, que alcanza 20 metros de alto. Fue elaborado con madera de cedro tallado y recubierto con pan de oro. Está inspirado en la Basílica de San Pedro (Roma). “Esta fue la razón principal por la que el papa Juan Pablo II, en su visita a Cuenca, dijo que parecía haber llegado a una pequeña Roma”, acotó el guía.

Un cementerio poco conocido

Este santuario posee una pequeña cripta, situada bajo la nave central, que alberga a 535 nichos y tumbas. Las tumbas más antiguas datan de  1930, mientras que la más reciente pertenece a Luis Alberto Lunar Tobar, exarzobispo de Cuenca. Este lugar se convirtió en “descanso” eterno de personajes como: monseñor Miguel Cordero Crespo, propulsor del Pase del Niño Viajero; Luis Antonio Chicaiza, jefe de obra de la Catedral por más de 25 años; Fray Vicente Solano, fundador de Ecos del Azuay, primer periódico de la localidad; Remigio Crespo Toral, notable poeta y fundador del Festival de la Lira; entre otros.

“Siempre quise conocer el Ecuador. Si Darwin descubrió cosas maravillosas como Galápagos, significa que debes visitarlo”, señaló, algo fatigada, María, una joven turista hondureña, mientras subía los 155 escalones que conducen hasta la terraza de la catedral.

“En mi país no hay Sierra, entonces todo esto es nuevo para mí. Dicen que el Ecuador es el país más amable con sus turistas y hasta ahora eso ha sido verdad”, señaló la turista, mientras se detenía para tomar una fotografía del Parque Calderón desde una de las ventanas de la catedral.

Desde la terraza, los turistas pueden apreciar el parque Abdón Calderón, así como las cúpulas, además es posible observar gran parte del Centro Histórico en sus cuatro puntos cardinales.

Quienes visiten la capital azuaya pueden conocer la Catedral Nueva a través de dos recorridos, guiados por expertos, que incluyen la visita a la cripta y la terraza. El costo para entrar es de $ 1,50 por persona y están disponibles de lunes a domingo de 08:30 a 17:00. (I)

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