Casi 3 mil tacos de explosivos decomisados en Santa Isabel
Gran cantidad de explosivos incautó el Ejército en el sector Granjapamba, del cantón Santa Isabel. El trabajo fue realizado por el Grupo de Inteligencia Militar, en un sector considerado, por las autoridades, clandestino.
El general de Brigada Óscar Troya, jefe del Comando Operacional N° 3 Sur, explicó que gracias al trabajo de sus hombres se decomisaron alrededor de 3.000 tacos del material.
En manos de las autoridades quedaron 1.324 tacos de nitrato, 13 sacos de 50 kg de nitrato de amonio, 1.301 tacos de dinamita, 167 fulminantes, 10 rollos de mecha lenta, 294 unidades de expogel, 66 cápsulas ordinarias armadas, 4 motocicletas, 1 motor de luz y 15 compresores.
Durante la incursión no hubo detenidos, pero las autoridades calculan que unos 300 ciudadanos huyeron .
“Estas personas a más de tener gran cantidad de material explosivo, que era utilizado en la minería ilegal, no poseen autorización para comprarlo. Por ello se procedió al decomiso inmediato”, expresó.
Añadió que es complejo el acceso al campamento minero donde estaba el producto, por lo que no se explica cómo llegaron hasta el lugar unos compresores de gran peso.
En el operativo intervinieron 25 oficiales, 225 voluntarios pertenecientes al Batallón de Policía Militar de la III División Tarqui, de la Brigada de Artillería N° 25 Portete y el Departamento de Control de Armas. Además se recibió el apoyo de la Fiscalía del Azuay, la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) y 10 miembros de la Policía Nacional, quienes llegaron en 17 camionetas 4x4, 7 camiones, un jeep comando y una ambulancia militar.
Estéfano Toraqui, director de la entidad de control minero, explicó que el uso de estos materiales ilegales “contamina de manera directa las fuentes de agua que abastecen a Santa Isabel y se han tomado muestras del área para ver el daño ecológico que esto provoca”.
Además, remarcó que los posibles dueños del cargamento no tienen permisos medio ambientales y no se dan cuenta de la magnitud del impacto que ocasionan.
En el lugar se encontraron 15 bocas de minas que afectan el paisaje. Troya explicó que si se explotaba el material, alrededor de 300 personas que realizaban este trabajo ilegal hubieran perdido la vida.
Asimismo se habría provocado un deslave con características similares al que ocurrió en Ponce Enríquez.
Los explosivos fueron encontrados en el interior de agujeros hechos en la tierra y debajo de muebles, como camas y mesas, en condiciones precarias.
En el operativo no hubo detenidos porque en el momento de la intervención de los uniformados, las personas fugaron y no se pudo dictaminar culpabilidades debido a que nadie estaba en delito de flagrancia o manipulaba los explosivos. Tampoco ninguna empresa minera está involucrada.
“No es negligencia nuestra. En esta ocasión no se pudo capturar a ninguna persona por las condiciones que se dieron. En cuanto a los que detuvimos en Sígsig y que salieron en libertad es un tema que no nos corresponde, ya que los pusimos a disposición de los jueces competentes, quienes investigan y determinarán las acciones que se deben tomar”, acotó.