La Universidad de Cuenca se une a la búsqueda de alternativas energéticas limpias. El 28 de noviembre el establecimiento inauguró el laboratorio de Ingeniería de Reactores y Catálisis, instalado en la Facultad de Ciencias Químicas, donde se realizan las pruebas y análisis para la producción de hidrógeno a partir de los residuos del banano.

En 2014 el establecimiento educativo recibió el primer lugar en un concurso de investigación de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), denominado Producción de Hidrógeno a partir de la biomasa procedente de los residuos de la planta de banano mediante gasificación catalítica en agua a temperatura supercrítica. Por este motivo el proyecto recibió el año anterior cerca de $ 800 mil para su ejecución.

Silvana Zalamea, directora del proyecto, señaló que se trata de la primera investigación de este tipo a escala nacional. Siete personas forman parte del equipo de investigación.

“Nosotros aprovechamos los desechos de las plantaciones de banano que, comparadas con otros cultivos, tienen una alta producción y de esa biomasa vamos a lograr la transformación a un combustible que es el hidrógeno y cuya afectación al ambiente es cero”, dijo.

Zalamea explicó que los investigadores están preparando la metodología de la reacción de la hidrólisis (descomposición de sustancias orgánicas por acción del agua), es decir la fase de transformación de la biomasa a glucosa y que luego será sometida a gasificación para obtener el hidrógeno; además de los protocolos de seguimiento para la preparación de los catalizadores.

El laboratorio cuenta con alrededor de 9 equipos para las pruebas.

“Estamos en la era en que los países no debemos depender de los biocombustibles procedentes de los hidrocarburos y nosotros como investigadores quisimos aprovechar la materia prima del banano que es lo que más se dispone en el país”, señaló la directora.

La funcionaria añadió que cuando publicaron la investigación los bananeros mostraron su interés, es por ello que la propuesta se puede llevar a nivel industrial.

El proyecto se realiza en coordinación con el Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables (Iner) y el aval de la Senescyt.

Antonio Malo, coordinador Zonal de la Senescyt, señaló que la economía actual se sostiene en el petróleo y por ello es urgente buscar alternativas para generar energía alternativa.

El funcionario resaltó que la importancia del proyecto radica en la obtención de hidrógeno de los desechos del banano. “Entonces no estamos causando una presión extra sobre los recursos naturales, sino que estamos utilizando algo que se bota a la basura literalmente, es por eso que considero que esto es brillante”, dijo.

Manifestó que durante el desarrollo del proyecto la Secretaría dará seguimiento para garantizar que los fondos públicos sean bien utilizados y además se cumplan con los objetivos de la investigación.

De acuerdo con los datos de Petroecuador, el 30% de la oferta mundial de banano proviene de Ecuador, que es el mayor exportador en el mundo. (I)