Autoridades del Azuay buscan frenar fiestas clandestinas
La Intendencia, la Policía y otras instituciones del Azuay buscan frenar las denominadas fiestas clandestinas que se organizan en varios sectores de Cuenca y la provincia.
En los últimos meses, estas fiestas, que son convocadas por medio de las redes sociales, han proliferado, pero según el intendente Jorge Cabrera se están controlando por el trabajo que realiza la Policía y sus agentes.
Cabrera informó que muchos de los eventos clandestinos, con participación de menores de edad, se realizan en domicilios particulares, aprovechando que los padres están ausentes.
“De a poco hemos disminuido las fiestas. Los jóvenes tienen todo el derecho de hacer sus reuniones, pero deben organizarlas en locales que tengan las seguridades y bajo la responsabilidad de personas adultas. Nos sorprendió que nuevamente se registre este problema”, expresó Cabrera.
La Gobernación del Azuay dialoga sobre este tema con los estudiantes en su programa Lunes CívicoEl Intendente comentó que la mayor problemática presentada en este tipo de fiestas es que se impulsa el consumo indiscriminado de alcohol y la falta al pudor. “Las invitaciones se pasan en su mayoría por redes sociales, donde indican que habrá pistolas con variedad de licores”.
“También hemos encontrado casos donde promocionan diez minutos de oscuridad completa, lluvia de cigarrillos e incluso se ofrece que las chicas que vayan con camisetas blancas y se dejen mojar pueden ingresar gratuitamente”, manifestó la autoridad.
En lo que va del año se han clausurado 14 bares y discotecas, donde han sido encontrados menores de edad y se ha realizado un igual número de operativos en las denominadas fiestas clandestinas, de igual manera dijo que se logró impedir dos de este tipo de reuniones en Yunguilla, dos en Totoracocha y una en las parroquias de Sayausí y Checa, respectivamente, donde estaba planificado que asistieran menores de edad.
Bailes en espacios reducidos y pocas seguridades
Una de las mayores preocupaciones que presenta este tipo de eventos son los espacios físicos que no prestan las garantías de seguridad y, por lo general, se permite el ingreso de personas superando el límite del espacio físico.
La autoridad asegura que las intervenciones realizadas no son violaciones a domicilios, debido a que existen invitaciones abiertas con cobro de entrada, lo cual lo convierte en un evento público.
Los adolescentes que han sido encontrados en estos eventos son retirados del lugar y llevados a la Dinapen, desde allí se les informa a sus padres para que puedan acercarse a retirarlos, pero antes deben firmar un acta, en donde se detalla en qué condiciones fueron encontrados los menores.
De verificar que los organizadores son mayores de edad, son puestos a las órdenes del juez de contravenciones, el cual, de encontrarlos culpables, puede sancionarlos hasta con un día de prisión.
Se cree que el objetivo de realizar estos eventos son el lucro económico y búsqueda de espacios para una diversión no adecuada ni acorde a la edad, según el Intendente.
Con el propósito erradicar estas celebraciones no autorizadas se ha motivado a los dueños de locales para que organicen las fiestas juveniles como matiné, es decir, solo de 14:00 a 18:00 y sin expendio de bebidas alcohólicas.
La Gobernación del Azuay, a través del programa “Lunes Cívicos de Paz”, en coordinación con la Intendencia, realiza un acercamiento con los menores en los establecimientos educativos, donde se les da a conocer las posibles consecuencias de asistir a este tipo de reuniones.
El gobernador del Azuay, Humberto Cordero, manifestó que es importante que los padres de familia tomen en consideración estas situaciones y que sepan -además- qué hacen sus hijos en determinadas horas del día para evitar situaciones desagradables.