Argentinos proponen instalar GPS a reloj gigante de Zamora
El reloj gigante de Zamora, construido en 2004, podría cambiar de tecnología en las próximas semanas si es que se acepta una iniciativa para instalarle un GPS (Sistema de Posicionamiento Global).
Un equipo de técnicos que construyen similares aparatos en Argentina y otros países, propuso a las autoridades encargadas del cronómetro adecuarle ese dispositivo con el fin de que se fije la hora automáticamente vía satélite.
Guillermo Del Valle, uno de los argentinos especializados en estas obras, dijo que el objetivo con el artificio existente en la “Ciudad de Aves y Cascadas” es dotarlo de una nueva tecnología. Añadió que el reloj es un importante atractivo turístico en la provincia de Zamora Chinchipe.
Del Valle anunció la posibilidad de construir réplicas en otras regiones del país. “En Santo Domingo de los Tsáchilas instalaremos otro. Cuando llegamos acá no sabíamos que en Ecuador estaba uno de los relojes más grandes del mundo”, expresó.
El extranjero destacó la labor del Cabildo por contar con una obra de ese tamaño. “Presentamos la propuesta al Municipio de Zamora para instalarle el GPS, solo queda esperar cuál será su decisión”, indicó.
El director municipal de Planificación Urbana y Rural, Kirby Pérez, dijo que el ayuntamiento analizará la propuesta de los técnicos argentinos. A ellos les agradeció por la intención de mejorar la tecnología del aparato.
Recordó que dentro del cronograma de trabajo institucional se tiene planificado realizar el mantenimiento al reloj cada dos meses, en lo que respecta al retiro de la maleza y a la fumigación de las plantas que adornan la infraestructura.
Manifestó que el enorme aparato ahora no emite sonidos al marcar la hora debido a que, hace algunos días, unos delincuentes sustrajeron los accesorios electrónicos encargados de reproducir canciones en alto volumen.
En el plan de la autoridad municipal se prevé un nuevo sistema de iluminación y la colocación de chips de mp3 para que emita sonidos.
El reloj está ubicado en la Loma del Tío Lucho, al pie de otra conocida como de las Tres Cruces, ocupa un área de 1.600 metros cuadrados y fue construido por tres ingenieros.
Las manecillas son de metales especiales para soportar el clima de la región y su máquina es de acero inoxidable. No está conectado a ninguna planta eléctrica ya que funciona con baterías.