Las lluvias amainaron y ayer a las 11:00 ingresaron dos máquinas del Municipio de Paquisha, para remover la tierra en el sitio que se produjo un deslave y causó la desaparición de cinco personas.

La búsqueda, de acuerdo a los organismos de socorro, es difícil ya que el lunes  hubo nuevos deslizamientos.

La Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom)  suspendió la actividad minera artesanal en un radio a 200 metros del derrumbe, para precautelar la vida de las personas  dedicadas a esta labor.

Las 40 familias del sector se sienten afectadas y dicen que lo hacen para poder sobrevivir. “Este ha sido nuestro medio de trabajo. No hemos tenido otras oportunidades”, manifestó Carmen Guerrero, esposa de una de las víctimas.

El deslave ha dejado sin ocupación a las personas que viven en la quebrada La Zamorana.

Sin embargo, metros más abajo hay otros pequeños campamentos de donde extraen el mineral. Segundo Medina, habitante del sector conocido como La Punta, insistió en que todos viven de la minería.

La disposición de la Arcom incluye a otras zonas de riesgo, como Ponce Enríquez, San Gerardo y Zhumiral, en Azuay, y Nambija, en Zamora Chinchipe.

La medida suspende también las prácticas de los estudiantes de las carreras de Geología y Minería en estas áreas.