Alcaldes de Azogues y Biblián en controversia por una feria
Desde hace dos meses, aproximadamente, en la ciudad de Biblián se inauguró la denominada Feria de Ganado, ubicada a pocos metros del complejo deportivo “Los Chirijos”.
La presencia de los comerciantes ha causado una controversia entre las municipalidades de Azogues y Biblián, por las condiciones en las que se desarrolla esta actividad.
Tiempo atrás, el primero de estos Cabildos realizó varias adecuaciones a la Feria de Bellavista, ubicada cerca de la autopista, con el fin de mejorar las condiciones de los comerciantes ganaderos y los usuarios, pero el supuesto maltrato de los guardias y empleados del Gobierno local a más de los cobros exagerados por entradas y salidas de vehículos y ganado han influido para que los ganaderos tomen otro rumbo.
Es así que estos último pidieron al alcalde de Biblián les proporcione un lugar para comercializar sus animales, a lo que el burgomaestre dio luz verde, y como la mayoría de comerciantes son de la zona de Biblián, la Feria de Azogues se ha quedado sin gente.
El alcalde azogueño Eugenio Morocho hace pocos días hizo un último llamado a los ganaderos para que utilicen el lugar adecuado en Bellavista, donde se invirtieron más de $200 mil, caso contrario será utilizado para otros fines.
Mientras que su similar de Biblián, Bolívar Montero, dio su apoyo a la Feria local porque considera que “la economía del cantón crece y sobre todo porque los ganaderos están conformes en el lugar”.
En tanto, Agrocalidad, -entidad encargada de la salubridad de la provincia- no se responsabilizó de las condiciones de la carne que se venda en esta feria ya que no tiene ningún registro sanitario y cuidado respectivo.
A simple vista se puede ver cómo los puestos de comida, frutas y demás alimentos para el consumo de los comerciantes se encuentran al lado de los animales que están a la venta, poniendo en evidencia la insalubridad en el sitio.
Mientras tanto, la gente de Biblián está conforme porque no paga los impuestos de antes y el precio de los animales ha bajado por la facilidad del transporte.
Pero en cambio, los usuarios que deben llegar a la feria de Biblián piden más control por parte de las autoridades sanitarias y policiales para evitar accidentes de tránsito porque los vehículos se estacionan a los dos lados de la autopista Azogues-Biblián y la gente se cruza sin ninguna precaución.
Los comerciantes de reses aducen que el cobro era de un dólar por cabeza de ganado, al momento de entrar y salir.
Sin embargo, en muchos casos vendieron sus vacas y toros a precios menores para ahorrarse el costo de salida, lo cual perjudicó sus ingresos. “Así estemos en una pampa abierta no nos importa porque nosotros nos ahorramos casi veinte dólares cada sábado”, expresó uno de los comerciantes.
En cuanto a los maltratos y cobros, Eugenio Morocho, alcalde de Azogues, mencionó que las cosas han cambiado porque se despidió a los guardias anteriores y el precio de entrada y salida también ha bajado.
Hizo un llamado a la reflexión de los ganaderos para que acudan a la Feria de Bellavista, que está debidamente adecuada con baterías sanitarias y corrales para los animales, con espacio suficiente.
Asimismo, quienes sí se quedaron en la Feria de Azogues pidieron a las autoridades competentes la clausura de la Feria de Biblián porque no presta ninguna garantía a los consumidores. “A más de ello dentro de la feria el control sanitario y policial es nulo”, mencionaron algunos de los comerciantes que acuden al lugar.