Adolescentes embarazadas que no piensan en el aborto
Según datos del Ministerio de Salud Pública, emitidos el año anterior, la edad promedio de inicio de la vida sexual en Ecuador es de 14 años, pero el mismo informe señala que dos de cada 10 adolescentes inician sus relaciones sexuales a los 12 años.
En Cuenca hay un promedio de 1.800 adolescentes embarazadas cada año, una cifra que llama la atención a las autoridades, quienes han iniciado varias campañas de concienciación para evitar los embarazos en adolescentes.
Mónica N., de 17 años, quedó embarazada y cuando se enteró de su estado no sabía cómo decírselo a sus padres. “Pensé que había decepcionado a mis padres, pero con el padre de mi hijo nos armamos de valor y les contamos”, dijo la joven.
Su mayor anhelo es que su bebé nazca bien, sin importar su sexo. Sus síntomas fueron los mareos, los vómito y la frecuencia de ir al baño, aun en clases, y debía pedir permiso a cada instante.
Asimismo, Mónica contó que tuvo muchos antojos, especialmente de pizza y lasaña, pero lo que más detestó en su embarazo fue el aliño.
“Cada vez que siento cómo mi vientre se agranda me da un sentimiento de emoción y felicidad de saber que mi bebé está bien y crece sano”, indicó. Cuando su hijo nazca ella quiere seguir estudiando y luego trabajar para su manutención.
Entre las principales causas están la falta de información, violencia intrafamiliar y resultados de la migración, según la concejal Juanita Bersosa y presidenta de la Comisión de Inclusión Social y Género.
Con la aprobación que se realizó el año pasado de la ordenanza municipal que garantiza los derechos sexuales y reproductivos en el cantón Cuenca, se espera que disminuyan los embarazos en adolescentes, especialmente en los establecimientos educativos.
Jóvenes que no piensan en el aborto
Gabriela es otra de las estudiantes que lleva seis meses de embarazo con apenas 16 años, pero dice sentirse feliz con su hijo, al igual que con sus padres, que lo tomaron con calma al saber esta noticia porque el padre de su hijo se hace responsable y quiere estar junto a ella.
Sus primeros meses fueron difíciles por su mal carácter, ahora espera que llegue el momento de dar a luz, aunque siente miedo de cualquier cosa que pueda suceder. Al pasar el tiempo siente los movimientos de su bebé e incluso habla con él. Cuenta que ella se ve todos los días con el papá de su hijo, los dos piensan seguir estudiando para en un futuro poder casarse.
Pero hay una historia difícil de contar para una adolescente de 16 años de nombre Catalina, quien al principio no sintió el apoyo de sus padres, además de que tuvo muchos problemas en su casa e incluso puso en riesgo a bebé, por ello, sus primeros meses fueron muy duros; luego, con el pasar del tiempo, se fueron calmando los ánimos, sobre todo de sus padres, quienes ahora le brindan su ayuda.
Sus síntomas en el embarazo fueron normales, pero los ‘antojos’ tuvo el papá del bebé, a él le dio muchas ganas de comer empanadas de pollo en las madrugadas o en altas horas de la noche. “No nos protegimos, pero ambos sabíamos lo que estábamos haciendo y fue por amor y no solo por el momento”, dijo Catalina. Ahora ella tiene ocho meses y ya sabe que tendrá una niña. Lo que más le importa es que esté sana y nazca bien.
“Los doctores me han dicho que es un embarazo riesgoso por lo que está programado una cesárea, ya que la bebé no está en posición correcta. Por eso tengo un poco de miedo”, manifestó.
Sus amigas le dan ánimo y destacan su forma de ver las cosas, ya que jamás pensó en un aborto.
Ella ahora quiere terminar sus estudios, graduarse y luego estar con él padre de su hijo para seguir adelante
Otra adolescente, cuyo nombre se guarda en reserva, señaló que cuando supo que estaba embarazada estaba con el papá de su bebé, ambos se sorprendieron y no sabían cómo reaccionar. “Me sentí preocupada, pero luego nos pusimos felices y nos abrazamos”, recordó la joven.
En las primeras dos semanas ella se independizó y vivió con su novio, pero luego se decidió y habló con sus padres para regresar a casa. Ahora ellos esperan que se comprometan, se casen y salgan adelante juntos.
Durante los dos primeros meses de gestación se pasó llorando, fueron muy duros para ella, pues no sabía cómo controlarse y calmarse, además de que tuvo una pequeña complicación en su embarazo.