112 bomberos de varias provincias refuerzan la lucha contra el fuego
Bomberos de Guayas, Loja, Azuay y El Oro combaten desde ayer el incendio en Chilla que tomó fuerza el sábado en la madrugada y que hasta el momento consume más de mil hectáreas de bosque.
Siete de Saraguro, 11 de Loja, 64 de Guayaquil y 30 de Azuay llegaron la mañana y tarde de ayer a esta población para sumarse al trabajo continuo que realizan los orenses y voluntarios del sector.
Y es que las llamas, hasta el mediodía de ayer, eran incontrolables y la situación fue calificada como muy grave, según Julio Nagua, jefe del Cuerpo de Bomberos de Chilla.
El Comité de Operaciones Emergentes (COE) declaró la emergencia para todo el cantón, en busca de canalizar la ayuda urgente de las instituciones de socorro.
Nagua dijo que la situación se salió de las manos para los hombres de la “casaca roja” local y por ello declararon la emergencia para pedir apoyo a todos los cantones orenses y provincias vecinas.
Norman Belepucha, miembro del Cuerpo de Bomberos del cantón Chilla, afirmó que el viento es permanente, lo cual provoca que el fuego siga creciendo.
“Las motobombas no pueden acceder al lugar porque el camino es muy difícil, tenemos que entrar con camionetas 4x4 para llegar al sitio”, expresó.
Añadió que hasta el momento no hay peligro de que ninguna familia se vea afectada por el fuego, sin embargo dijo que, de continuar así, la comunidad de Pueblo Viejo podría estar en riesgo.
Belepucha señaló que el fuego rodeó algunas antenas de canales de comunicaciones, tanto provinciales como nacionales.
“Hasta las 11:00 de ayer las llamas llegaron a las antenas de canales como: RTS, RTU, OK TV y algunas radios provinciales”, aseguró el bombero.
Zoilo Matailo, jefe político del cantón, calculó que alrededor de unas 1.500 hectáreas habrían sido afectadas por el flagelo en los cerros Rusiococha, Chillacocha, Portete, Mezaloma y Chilola.
Aclaró que en la zona siniestrada no existen cultivos de trascendencia porque se trata de un área desocupada y que tampoco hay ganadería debido a la escasez de agua en todo ese sector.
Subrayó que se ha perdido casi todo el bosque de pinos que fue plantado por el ex Predesur; además, se han encontrado restos de venados, conejos y aves que vivían en esos cerros.
El sábado, personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) fue a constatar que ninguna familia se haya visto afectada por el incendio.
Triste celebración
Dos incendios forestales y un accidente de tránsito con más de una decena de víctimas han soportado los chillanos en los últimos 40 días, justo cuando se conmemoran las fiestas patronales en honor a la Virgen de Chilla.
El primero fue un incendio forestal a principios del mes de agosto, donde se consumieron más de 10 hectáreas de bosque.
Otro hecho lamentable fue el accidente del pasado 24 de agosto, en el que murieron 19 personas. Ahora un nuevo incendio arrasa ya más de mil hectáreas de bosque y aún no puede ser controlado.
El sábado, con una misa campal, los feligreses del cantón y de distintas partes de la provincia oraron para pedir misericordia a la Virgen.
“Solo nos queda rezarle a la Virgencita para que nos ayude a parar tanto fuego”, dijo Wilfrido Nagua, quien prendió una vela en el altar. Al menos unos tres mil feligreses llegaron al cantón, en motos, bicicletas y a pie, para cumplir las promesas que habían hecho a la Virgen de Chilla.
Esteban Pineda, habitante del cantón pasaje, salió de su casa a las 21:00 del viernes y hasta las 10:00 del sábado aún seguía caminando. “Todo esto lo hago porque le pedí a mi Virgencita que cuide de mi familia”, comentó Pineda, quien aseguró que desde hace 10 años hace esta caminata desde Pasaje hasta esta localidad.
Las fiestas coincidieron con la muerte de otra víctima del accidente de tránsito.
Su cuerpo fue sepultado el pasado miércoles, luego de que estuviera en terapia intensiva durante varios días.
Zámbiza también sufrió por la “terquedad” del fuego forestal
Una suerte de histeria colectiva se apoderó de los moradores de Zámbiza, parroquia rural al nororiente de Quito, cuando un incendio -que empezó a las 7:00 am- quemó dos viviendas próximas al barrio La Playita: una cabaña abandonada y el Refugio Bumba Toquilla, de propiedad de Víctor Tufiño. El fuego lastimó considerablemente esta zona de cultivos.
“Desconecten los tanques de gas y envíenlos a Quito”. Esa frase fue pronunciada de manera recurrente en el sector. Entre las 13:00 y las 14:00, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores ayudaron a retirar las bombonas de las casas con la ayuda de los bomberos. La red hídrica deficiente de Zámbiza fue el principal problema de los bomberos para apagar el incendio que cubrió un área aproximada de seis hectáreas. Hasta el cierre de esta edición, los efectivos habían logrado sofocar el fuego, aunque no completamente.