Un matrimonio civil masivo desarrollado días atrás en las oficinas del Registro Civil en Carchi, al norte del país, permitió unir ante la ley a 13 parejas originarias de la  etnia awá, que habitan en comunidades ubicadas al noroccidente de la provincia.

Los futuros casados que conviven con los mestizos en la parte subtropical de la jurisdicción provincial, en la parroquia de Chical, límite con Colombia, decidieron aventurarse en un protocolo firmado que no es costumbre dentro de su clan.

La sala del Registro Civil que se usó para la ceremonia, quedó pequeña, ya que al lugar llegaron las parejas acompañadas de sus hijos, familiares y amigos, la mayoría de ellas han vivido durante años en unión libre.

El sacerdote local de la parroquia Chical, Tito Chalá y el presidente del gobierno parroquial, Nilo Ortiz, fueron los testigos del matrimonio masivo, incluso algunos de ellos que no tenían la nueva cédula para el casamiento, aprovecharon el rápido servicio para tramitar el documento nacional y continuar con el ceremonia.

Tania Ger y Luis Chinche, fueron  una de las parejas que viajaron desde Chical, a casi 4 horas de la ciudad de Tulcán. Junto con los otros aspirantes, todos compartían algo en común, se casarían por lo civil. El pasado fin de semana, otras 7 parejas se unieron al grupo y se casaron, en total 20 parejas awá concretaron su alianza eclesial.

Ramiro Cabrera, antropólogo y funcionario del Ministerio de Cultura y Patrimonio en Carchi, indicó que  con la entrada de las misiones Lauritas, aproximadamente en la década de los setenta a la zona de San Marcos, la evangelización  cambió las costumbres de la etnia awá. La Nacionalidad Awa tiene raíces ancestrales con sus propias costumbres, normas y derechos propios.

Para esta etnia, existen cuatro mundos, el de los seres humanos, el de otros seres que son más pequeños, el de los muertos y el de Dios. Los awá son endógamos,  aunque también existen matrimonios mixtos con colonos, además son monógamos posiblemente por la influencia cristiana pero hombres y mujeres se separan fácilmente y establecen nuevas alianzas, señaló Cabrera.

Agregó desconocer otros antecedentes de matrimonios colectivos en esta comunidad indígena,  solo se conoce que se juntan en  unión libre, pero también se desconoce si tienen alguna especie de ritual.

Precisamente por ser comunes las uniones libres en su entorno y la lejanía de las comunidades awá en el noroccidente, el párroco Chalá y un grupo de mujeres denominado Renovación Carismática, juntaron a las 13 parejas que de forma voluntaria quisieran  sellar sus compromisos mediante el matrimonio civil.

De acuerdo con Ger, pocas son las parejas de su comunidad que han establecido el matrimonio civil ya que no es muy común. “Todos eligen la unión libre y no se preocupan del matrimonio civil o religioso”, acotó la mujer, quien sostuvo que convive con Luis desde hace 6 años, tiene dos hijos y ahora pudo casarse ante la ley tradicional.

Wilman González, director del Registro Civil, celebró la unión de las parejas mediante una ceremonia sencilla, cada pareja estampó su rúbrica en los respectivos documentos que acreditaron el compromiso.

Según González, en el país se tiene estadísticas altas de divorcios, por lo que felicitó la opción de contraer matrimonio civil de forma masiva, agregó que el costo del servicio por pareja es de $ 50.

Debido a la distancias para desplazarse a la ciudad, el Registro Civil a través de una brigada móvil de forma periódica visita lugares alejados de la provincia para facilitar el acceso a los diversos servicios que esta entidad ofrece, la tramitación de la cédula de ciudadanía es el servicio más demandado. (I)

Matrimonios Colectivos. Muchas parejas ya tenían muchos años de vivir juntos.