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La beata guatemalteca fundó un colegio en el vecino país
María Encarnación mantiene viva la fe en Pasto y Tulcán
Apenas a 2 meses de cumplirse 129 años de la muerte de la Madre María Encarnación Rosal, ocurrida en Tulcán, continúa siendo recordada por el Bethlemismo en Ecuador, sobre todo, porque su cuerpo se mantiene intacto.
Este hecho aviva la fe de muchos creyentes que visitan la provincia de Carchi para verla. Su cuerpo incorrupto reposa en una urna de cristal en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús Bethlemitas, en Pasto (Nariño).
Esta religiosa de origen guatemalteco fue beatificada por Juan Pablo II. Pero ¿cómo llegó al vecino país si la religiosa falleció en Tulcán un 24 de agosto de 1886?
Según registros históricos y biográficos de la devota; su cuerpo fue sepultado cerca de la Iglesia Matriz, actualmente Iglesia Catedral.
De acuerdo con Ramiro Robles, vicerrector del Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Tulcán, la religiosa llegó a la ciudad el 14 de agosto de 1886 proveniente de Pasto por invitación del Consejo Municipal, años atrás también fue invitada por el expresidente Gabriel García Moreno para fundar un colegio en Ecuador.
Cuando García Moreno murió el 6 de agosto de 1875 la idea se desvaneció y pasaron varios años para que se concrete la propuesta de fundar un establecimiento educativo.
Tiempo después, finalmente se creó en Tulcán el plantel educativo más antiguo del cantón. Se conoce que María Encarnación, en el trayecto de Pasto a Tulcán, se desvió para efectuar una visita al Santuario de Las Lajas (Ipiales), pero sufrió una caída del caballo en el que viajaba, y al final llegó a Tulcán.
Diez días después de haber fundado el Colegio Bethlemita en esta ciudad, falleció en un solar ubicado frente a la Catedral, donde actualmente es el jardín Leopoldo N. Chávez.
Hace 5 años se colocó allí una placa que recuerda la presencia de la religiosa. “Al morir se irradia la semilla del Bethlemismo a todo el Ecuador con la fundación de los otros colegios en Latacunga, Ibarra, San Miguel de Bolívar y Quito” relata Robles.
A su muerte, el cuerpo fue sepultado en la parte posterior de la Catedral, pero por los años 1900 en uno de los enfrentamientos entre liberales y conservadores en la ciudad, un grupo de liberales ingresa a la Catedral en busca de armas y descubren el féretro con el cuerpo de la Madre Encarnación intacto.
Por la situación ideológica y política liberal que empezaba a tomar fuerza, un grupo de religiosas decide trasladar el cuerpo de manera clandestina a Pasto para su conservación y evitar así la destrucción ya que los fanatismos de la época llegaban a los extremos.
Esta versión es compartida por la hermana Bethlemita Elvia Rosa Rodríguez, quien vive al interior del Colegio Sagrado Corazón, en Pasto.
Ella relata que una religiosa llamada Luisa Lara, con ayuda de otras personas, logró trasladar, a lomo de burro, el cuerpo de la Madre hasta Pasto, ciudad en la que quedaba la casa provincial de la congregación Bethlemita.
De acuerdo con la hermana Elvia, el mantenerse intacta es el mayor milagro de la Madre Encarnación Rosal.
Recordó que en 1997 llegaron desde el Vaticano 3 religiosos para verificar la existencia del cuerpo incorruptible y con la ayuda de 3 médicos se extrajo una pequeña porción de fémur, que fue trasladado en un cofre a Roma para certificar que se trataba de María Encarnación Rosal. Más tarde, fue beatificada.
En el colegio de Pasto, en el segundo piso del bloque central, cruzando una capilla, se encuentra un salón donde hay una urna de cristal, en cuyo interior descansa el cuerpo de Encarnación Rosal con hábito negro y un crucifijo.
A la entrada, un letrero advierte la prohibición de fotografiar, filmar o tocar la urna. La hermana Elvia se encarga de guiar el recorrido y explicar la vida y obra de la Madre Encarnación.
Al ingresar al salón enciende un par de ventiladores, ubicados en la parte superior para retirar cualquier impureza y ayudar a mantener el sitio aireado y limpio.
En una esquina del salón se observa una placa de agradecimiento a la comunidad de Pasto que la acogió con los brazos abiertos, cuando en vida fue exiliada de Guatemala. “La Madre tuvo una revelación de que en Colombia verían su gloria”, comenta Elvia.
Su vida estuvo marcada por la oración y ayuda hacia los demás, su lema era, ‘que se pierda todo menos la caridad’.
Se la considera milagrosa por la cantidad de favores concedidos. Es recurrente la visita de fieles de varias partes de Colombia, Ecuador y otros países para conocerla.
Los Bethlemitas
Esta orden nació en Guatemala en 1656 de la mano de José de Betancourt, un terciario franciscano originario de Canarias (España).
Su atención estaba enfocada, sobre todo, en brindar asistencia a los enfermos y educación a los niños de escasos recursos.
Su nombre es Orden de los Hermanos de Nuestra Señora de Bethlehem. Es la primera orden religiosa fundada en América.
Se conoce, que la Beata María Encarnación comenzó la restauración de las religiosas abriéndolas al campo del apostolado de la asistencia y educación.
Actualmente la orden está en África, Italia, India, España, Venezuela, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, entre otros lugares. (I)