La puerta de ingreso al Cabildo del cantón Quinindé (centro de la provincia de Esmeraldas), fue destruida la madrugada de ayer.

El incidente fue reportado por la Policía Nacional, cuyo cuartel está ubicado a unos 50 metros del edificio municipal. Los gendarmes actuaron de inmediato y lograron dispersar a unas 80 personas que cuestionan al alcalde, Manuel Casanova.

Los manifestantes se mantuvieron alrededor del palacio y al amanecer quemaron llantas. Algunos portaban banderas de color negro y carteles con leyendas en contra del primer personero municipal.

Un empleado de la entidad, identificado como Carlos Zambrano, habría sido agredido, denunció el jefe político, Napoleón González.

Casanova, en su cuenta de Twitter, rechazó el ataque a la sede del ayuntamiento. Culpó a grupos de oposición de quienes dijo: “intentan destituirlo del cargo, argumentando una resolución de la Contraloría del Estado, por presuntas anomalías en actos administrativos”.

Estos procesos, enfatizó, fueron apelados por el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo de Portoviejo (Manabí). “Si quieren destituirme esperen las próximas elecciones. Yo continúo como alcalde, con el respaldo del pueblo de Quinindé”, acotó.

El asambleísta Gabriel Rivera (AP) rechazó el incidente y la destrucción de bienes públicos.

Recordó que estas acciones son penadas por la ley. En tanto, el concejal Galo Zambrano (Avanza) deslindó su responsabilidad en la protesta. “Me encuentro con esta medida porque los quinindeños exigen el cumplimiento de lo dispuesto por la Contraloría, que por dos ocasiones pidió la destitución del alcalde Casanova”.Ayer, a las 15:00, estaba previsto un plantón en la ciudad.

El comandante de la Policía Sub Zona 8, Fernando Miño, y la intendenta, Gisela Quiñónez, garantizaron la seguridad de la población.

A finales de julio, alrededor de 30 personas encapuchadas se tomaron las instalaciones del Municipio de Muisne. Los manifestantes cuestionan la administración del alcalde, Eduardo Proaño. (I)