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Los monos capuchinos son el atractivo en Misahuallí
Son diurnos y viven en grupos familiares de entre 2 a 24 individuos y las hembras paren una sola cría después de 150 a 180 días de gestación. Se trata de la especie de monos capuchinos (llamados así porque su pelaje recuerda el hábito de los monjes franciscanos). Según los biólogos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, su dieta se compone principalmente de frutos secos, estos animales buscan su alimento examinando las hojas, revolviendo la hojarasca, desgarrando la corteza y arrancando ramas tiernas.
Es un mono activo en especial a primeras horas de la mañana. Se mueve con rapidez y dedica gran parte de su tiempo a la búsqueda de alimento. Esta especie llegó a Misahuallí hace 30 años, cuando uno de los primeros habitantes de la parroquia trajo a una pareja de esta especie.
Según el Ministerio de Turismo, en ese entonces, la zona era más pantanosa, estaba envuelta por una tupida vegetación y no había viviendas. Luego, el comercio y el turismo impulsaron el crecimiento poblacional y en la zona se formó un caserío, pero no desterraron a los monos, por el contrario, les destinaron un espacio en el parque central.
Ahora, los monos se estiran entre las gruesas ramas de los longevos árboles de canela, ishpingo, achotillo y almendra; emiten sonidos al desplazarse y capturan la atención de las personas con sus acrobacias, especialmente de los turistas que disfrutan el contacto directo con la naturaleza. Es sorprendente observar cómo una mona le prodiga cuidado y dedicación a su retoño, mientras otras se desplazan con sus crías en brazos o en la espalda.
En ocasiones, se organizan en grupos de 5 a 10 monos y realizan viajes esporádicos a los bosques para buscar frutas y semillas frescas para alimentarse, pero regresan, como si extrañaran a los habitantes y turistas que llegan a Puerto Misahuallí.
Ahora los monos capuchinos son los reyes de la localidad y se pasean entre los árboles, captando la atención de los turistas y, a veces, gastándoles bromas.
Pero Misahuallí se caracteriza, además, por su abundante biodiversidad, lo que la convierte en una de las zonas más ricas en especies endémicas de flora y fauna por metro cuadrado. La Amazonía, donde se alberga, tiene áreas de altísimo valor para la conservación y allí se encuentran los sistemas lacustres tropicales más grandes del país: el río Cuyabeno y el río Lagarto.
Según la página AmazonaRescue.org, el mono capuchino negro se alimenta de frutos maduros, nueces de palma, insectos, néctar, pequeños vertebrados, lagartijas, y pichones y huevos de aves.
Los frutos de palma son parte importante de su dieta y pueden acceder a ellos gracias a la potente musculatura de sus mandíbulas. Cuando busca alimento puede destrozar la vegetación a su paso y, además, come prácticamente todo animal pequeño que encuentra.
Aún existen insuficientes datos sobre las diferentes especies y diversidad de subespecies de monos capuchinos; asimismo hay controversia en datos existentes, por lo cual es muy difícil de determinar correctamente la distribución geográfica de las diferentes especies.
Se ha determinado que la especie Cebus apella se encuentra, en Sudamérica, en países como Colombia, Ecuador, Brasil, Guyana francesa, Guyana, Suriname y Venezuela, en una amplia diversidad de bosques; normalmente tiene un área de vida y hábitat más amplios que las otras especies de monos capuchinos.
Esta especie, a menudo se asocia con monos ardilla, con quienes buscan alimento. Todas las especies de monos capuchinos socializan entre miembros del mismo grupo. (I)