Huaca, provincia del Carchi.-

Recorrer el Santuario de la Virgen de la Purificación es trasladarse a otra época, en la que los colores, el aroma y la decoración incrementan la devoción de quienes constantemente visitan a la ‘Purita’.

Lenin Hernández es el párroco del Santuario ubicado en Huaca, provincia del Carchi. Se puso al frente de la parroquia hace apenas un año; sin embargo, asegura que desde el primer día entendió que el trabajo iba a ser retador. “La importancia del santuario y la fe que le tienen los devotos a la virgen son  muy grandes, por eso vienen tantas personas. Eso exige que la iglesia esté siempre en óptimas condiciones. Además, el trabajo con la gente de la parroquia en temas sociales es muy exigente”, asegura.

“La historia de la virgencita —cuenta el sacerdote— data de 1606, cuando los Mercedarios, para adoctrinar al pueblo de Pasto, trajeron varios cuadros que mostraban santos y vírgenes. Uno de ellos era el de la ‘Purita’. Con el pasar de los años, la virgen fue haciendo milagros y los fieles aumentaron su devoción, por lo que varios artistas trataron de materializar la imagen de la pintura”. El resultado final es la figura que data del siglo XVII, y que hasta hoy se expone en el santuario.

Por dentro, la iglesia tiene un estilo gótico, que la diferencia de otras edificaciones de la zona. Según información expuesta por la Prefectura del Carchi, la primera construcción de una iglesia en Huaca fue hecha por el padre Juan de Salas en 1578. Más tarde, debido a un incendio, la pequeña iglesia se quemó y debieron construir una segunda en 1615, según exponen los archivos del convento La Merced, en Quito.

En 1860 se adecuaron el techo, los muros y los tapiales. En 1915 se cambió la cumbrera y se amplió la casa parroquial.

Desde entonces, el templo ha sido reparado en 3 ocasiones debido a la humedad, siendo la última y definitiva, la efectuada en 1990 luego del terremoto de 1987. “La fachada y la torre del campanario son las únicas estructuras que se intervinieron”, asegura el padre Lenin. “El resto de la construcción aún conserva los materiales originales: barro, bareque y madera”.

Después de la Gruta de la Paz, el santuario de la ‘Purita’ es el más representativo de la provincia.

La fiesta patronal se celebra cada 2 de febrero. La celebración congrega a cerca de 20 mil fieles, sobre todo del centro del país, que llegan durante todo enero y los primeros días de febrero para visitar a la virgen.

Los fines de semana también hay una alta concurrencia. Cada sábado y domingo vienen cerca de mil devotos. Según el párroco llegan para pedirle favores a la virgen, “sobre todo en temas de salud. Le tienen mucha fe”.

El padre Lenin asegura sentirse un tanto preocupado por la situación de abandono que presenta el santuario por parte de entidades como el Ministerio de Patrimonio y los gobiernos cantonal y provincial. “La iglesia necesita mantenimiento de la pintura y de ciertas estructuras que resultaron afectadas luego del terremoto del 16 de abril del año pasado.” Una parte del techo cayó luego del sismo, dejando a la vista varios carrizos y barro.

Actualmente, el santuario se mantiene gracias al trabajo conjunto de la iglesia, la comunidad y los feligreses. Gracias a ello, se consolidó la creación del museo arqueológico y religioso de la ‘Purita’, que expondrá cuadros, copones, cálices y los más de 300 vestidos de la virgen. Con ello, la parroquia espera recibir más visitantes. (I)

Casi la totalidad de la población del cantón le profesa devoción y fe a la Virgen de la Santísima Purificación de Huaca. La iglesia se mantiene gracias a su cuidado. Foto: Marco Salgado / EL TELÉGRAFO