El adiestramiento de los canes es un proceso que exige conocimiento
Los expertos del GOE guían a los canes en misiones especiales
Por: Edwin Solano Espinosa. Estudiante PUCE Ibarra.
La escuadra canina del Grupo de Operaciones Especiales de la provincia de Imbabura está lista para atender cualquier emergencia. No sienten temor, porque han recibido la preparación necesaria para defender a la ciudadanía.
En el frío de la madrugada, se preparan para salir al trote mañanero, pues la actividad física es parte esencial de su formación, además, los mantiene en forma para atender las emergencias.
Al igual que sus guías, cumplen su trabajo con el mismo cuidado, profesionalismo y dedicación, como lo señala el cabo primero Jean Pierre Moreno, quien, junto con el cabo primero William Samaniego, es guía de Sasha y Nitro, 2 canes de raza pastor alemán.
“Lo fundamental en la preparación de nuestros compañeros caninos es aprovechar las habilidades que tiene cada uno”, dice Moreno. En su formación, tanto el can como el guía deben tener un alto nivel de empatía.
La preparación
El primer paso para entrenar a un can es la identificación del tipo de respuesta que realiza al cumplir una orden.
Cuando se ha determinado el tipo de respuesta, esta debe fortalecerse con un premio, que puede ser el juguete favorito del animal, una caricia, o un bocadito.
Con este trabajo previo, le enseñan al can la identificación de los diferentes olores y comportamientos que debe seguir de acuerdo con las órdenes impartidas por el guía.
La Escuadra Canina del GOE Imbabura se ha especializado en la detección de restos humanos, a través de Sasha, y la búsqueda y rescate de personas sepultadas bajo escombros con la ayuda de Nitro, un pastor alemán que no solo fue entrenado en Ecuador, sino que también fue formado en curso avanzado en Francia.
Además, en las próximas semanas se espera la llegada de un nuevo can que estará especializado en protección y seguridad ciudadana.
Una de las ventajas de emplear a estos animales en la búsqueda de personas es la rapidez con que se realiza el trabajo, en especial, en zonas montañosas, ya que el perro puede detectar o seguir el rastro de la adrenalina que despide una persona. Pero en el caso de la búsqueda de restos humanos, el procedimiento es diferente.
En ese caso, los comandos del GOE deben delimitar un área en la que se presume se encuentra el cuerpo de una persona; después se realizan varios orificios en la tierra para permitir la salida de olores.
Es entonces cuando se envía al can para que realice la búsqueda, en el caso de Sasha, al lograr su objetivo, comienza a raspar la tierra, una señal de alerta que moviliza al resto del personal para realizar la extracción del cuerpo.
En el caso de las personas sepultadas vivas, debido a un terremoto, por ejemplo, los guías y los canes ingresan al área donde se produjo el desastre.
Por lo general, el perro entrenado empieza a ladrar cuando detecta la presencia de un ser humano. Este ladrido permite a los policías identificar la ubicación de una persona.
Jean Pierre Moreno explica que tanto el can como el guía se preparan, de manera continua, en especial en operaciones tolerantes, pues el can debe estar acostumbrado a la presencia de una multitud de personas.
Advierten, además, que el animal no debe estresarse para cumplir, de manera adecuada, su trabajo. Para evitarlo, los guías de la Unidad pasean con los canes en lugares concurridos. De esta manera, el animal se familiariza con los diferentes ruidos y ambientes.
Son innumerables las emergencias que han atendido. Cada vez que se notifica una emergencia, los comandos de esta Unidad están listos para salir. (I)