Los fenómenos migratorios son tan antiguos como la humanidad, pero en la actualidad se producen con una mayor intensidad en diferentes países del mundo. Del campo a la ciudad, de las regiones pobres a sus capitales, del sur al norte y del este hacia el oeste. El efecto de la migración incide sobre la economía y la sociedad.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población menciona que las causas que motivan la migración son la búsqueda de una vida económicamente mejor, disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de la misma región, políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino, conflictos políticos (que impulsan la migración transfronteriza, así como los desplazamientos dentro de un mismo país), entre otros.

En el caso de Ecuador, desde la década de los treinta en adelante, se aceleró el proceso migratorio, los principales destinos de migración interna en el país fueron Guayaquil, Quito, Cuenca, Portoviejo y Machala. De igual manera, varios compatriotas viajaron al extranjero durante la crisis económica de 1999.

Esta situación afectó, de manera directa, a los sectores menos favorecidos del país, lo que, a su vez, provocó el crecimiento de los niveles de pobreza e indigencia en el país. De acuerdo con el Banco Mundial, en 2014, los migrantes internacionales procedentes de países en desarrollo enviaron alrededor de $ 430 mil millones en remesas a sus países de origen, a pesar del aumento en las deportaciones de algunos países de acogida.

Estas remesas aún son una fuente vital de ingresos para millones de personas de los países en desarrollo: el gasto diario de alimentación, educación, vivienda, salud y otros se pagan con lo que ganan los familiares en el extranjero.

Actualmente en el país se desarrollan programas destinados a promover el retorno voluntario la población que migró y a facilitar su reinserción laboral y productiva, mediante iniciativas que pretenden movilizar recursos a dicha población. En el país, existen, además, varias plataformas para los migrantes, entre ellas, el Consejo Nacional de Entidades Ecuatorianas en España, la Plataforma de Movilidad Humana, Migrantes de Imbabura, la Coordinación Nacional del Migrante, Red de Asociaciones de Migrantes Retornados, entre otras.

Estas entidades agrupan a varios migrantes retornados con el objetivo de informar y orientar sobre temas vitales, como la reinserción del colectivo, proyectos de inclusión laboral y la integración a la sociedad ecuatoriana. Por otro lado, la migración nunca se ha detenido a lo largo de la historia, no solo en nuestro país sino en el mundo. En estos últimos meses, una de las regiones en la que su población ha migrado de forma masiva es Medio Oriente.

Tanto por la inestabilidad política como por las condiciones de inseguridad que atraviesa esta región, obligan a las personas a cruzar el mar Mediterráneo y desembarcar en las costas europeas, con todos los riesgos que esto conlleva.

En muchos de los países acogientes, los migrantes no pueden continuar su camino hacia Alemania, Francia o Reino Unido. El número de refugiados y migrantes que han cruzado el Mediterráneo, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en 2015, fue de aproximadamente 950 mil personas. Al mismo tiempo, de acuerdo con cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alrededor de un millón personas provienen de Siria, Afganistán, Eritrea, Nigeria, Albania, Paquistán, Somalia, Irak, Sudán, Gambia, Egipto, Marruecos, India, Nepal, Bután, Sri Lanka y Bangladesh.

Los países acogientes han restringido el paso de estos migrantes por diferentes razones. Consideran estos movimientos migratorios como una amenaza a su soberanía y seguridad. La crisis migratoria se agudizó por la tragedia que viven miles de migrantes que ponen sus vidas en peligro para cruzar el mar Mediterráneo a bordo de embarcaciones precarias y con limitadas condiciones técnicas o exceso de personas a bordo. En la migración se puede evidenciar diversos factores complejos que llevan a las personas a desplazarse. Con frecuencia las causas son multifacéticas ya que los migrantes pueden trasladarse para mejorar sus vidas buscando trabajo, o en algunos casos por educación, reunión familiar u otras razones. También pueden trasladarse para aliviar las significativas dificultades que se derivan de desastres naturales, hambruna o pobreza extrema.

El papel del migrante debe de cambiar, porque se trata de un grupo humano con derechos. Hoy en día, las labores que realiza no se limitan a la agricultura, también trabajan en diferentes industrias como la de la alimentación y los servicios. (I)