En la tradicional calle Olmedo de la ciudad de Ibarra existen locales comerciales que muestran la diversidad culinaria de la provincia de Imbabura. Empanadas de morocho, humitas, quimbolitos, chicha de jora, alpargate, fritada, choclos asados con queso, caldo de gallina criolla, pan de leche, arrope y helados de paila, son algunas de las preparaciones que degustan los turistas que llegan a esta ciudad.

Para descubrir los aromas y sabores de la ‘ciudad blanca’, hay que recorrer la céntrica calle Olmedo, el barrio Alpargate, el barrio Santo Domingo, el Torreón, el Retorno y La Esquina del Coco; donde el visitante puede encontrar platos típicos, dulces tradicionales, ‘agachaditos’ y parrilladas populares.

Wilson López, dueño del restaurante El Alpargate de los Tejares, ubicado en el barrio el Tejar, comenta que su establecimiento, con más de 100 años, se ha dedicado a la elaboración de platos tradicionales de la ciudad de Ibarra como el alpargate.

“Se maneja 13 productos en la preparación del alpargate, primero hay una entrada de chochos, habas tiernas y tostado, en el plato fuerte tradicional viene la carne colorada, la papa dorada, el mote, el queso, la empanada, el maduro, el aguacate, encebollado y el chorizo. Acompañado de un helado de paila como postre”.

Uno de los componentes más laboriosos, según López, son las empanadas rellenas de maqueño que se deben preparar en el momento de servir el plato. Además, la elaboración artesanal del chorizo y de la carne colorada, hacen que este alimento sea una de las tradiciones culinarias de la ciudad.

Las carnes coloradas se aliñan, se secan y se fríen en manteca, ingrediente que le otorga un sabor exquisito a esta preparación. El valor del plato es de $ 10; también se pueden degustar el yahuarlocro y el caldo de gallina de campo.

En la calle Olmedo y García Moreno, en el centro de la ciudad de Ibarra, podemos encontrar platos tradicionales de la Región, como las deliciosas empanadas de morocho.

Su preparación a base de morocho partido, refrito, relleno de carne, arveja y zanahoria, acompañadas con ají de maní y chochos, son parte de la alimentación de niños, jóvenes y adultos de la zona.

Los locales Empanadas tradicionales de Ibarra, Empandas de Morocho de Ibarra y Doña Marinita son algunos los sitios en los que se elaboran estos deliciosos bocadillos.

Otro de los lugares tradicionales de la ciudad son las fritadas de Doña Zita, que desde 1971 forman parte de la gastronomía Imbabureña. La fritada cocinada con ajo, cebolla y sal, acompañada de queso, choclo, mote, papa y maduro, junto con el ají de pepas de zambo o de maní, se ha convertido en uno de los alimentos característicos del país.

En su local, ubicado en la calle Olmedo, Natalia Lara junto con sus hermanos Wilo, Oswaldo, Ester y Miriam, empezaron hace más de 4 décadas con la elaboración y venta de fritada. Su precio oscila entre los $ 2,50 y $ 5, dependiendo del tamaño del plato y de los productos que acompañen la fritada. Actualemente, este local de comida se ha convertido en un lugar tradicional en Ibarra.

En la esquina de la Oviedo y Olmedo, sabores incomparables y un olor agradable rodean a la nueva Asociación la Merced, donde 28 personas, 10 de las cuales se dedican a la venta de nogadas y artesanías, son parte del centro gastronómico Los Agachaditos, comedores tradicionales de la ciudad.

La Presidenta de la Asociación de Vendedores La Merced, Rosario Aguilar, comenta que venden alimentos preparados como guatitas, secos de pollo y papas con cuero.

Este Centro de 2 plantas, cuenta con 18 puestos, un local para venta de jugos y bebidas, 2 patios para servicio de alimentos en la parte baja y alta, una cafetería, baterías sanitarias y 2 bodegas. El área donde se levanta esta edificación, perteneció a una construcción antigua, de la que se conservó la fachada principal, mientras que la estructura interior fue cambiada.

Durante más de 20 años, los locales de comida de la “Asociación la Merced” fueron parte del Ex cuartel Militar.

Actualmente, estas instalaciones se han convertido en el Centro Cultural El Cuartel, donde se exponen, divididas en sus 7 salas, obras pictóricas, escultóricas y talleres para la comunidad, de los más reconocidos artistas plásticos del país.

En esta infraestructura patrimonial, funcionó el Batallón Jaramijó Número 8 y su construcción data del año 1930. (I)

Las empanadas de morocho se acompañan, generalmente, con chicha de jora y ají de chochos o de pepas de zambo. Foto: Web