Carchi es la segunda provincia papicultora en el país
La comunidad de San Juan recibe apoyo en la producción de la papa
Son 15 familias de la comunidad de San Juan, en el cantón Montúfar, en la provincia del Carchi, las que se dedican únicamente al cultivo de la papa, un tubérculo predominante en esta región del norte del país.
Durante 6 meses, estos pequeños productores recibieron asesoría técnica para mejorar el proceso de cultivo. Víctor Tenesí, presidente de la comunidad, se refirió a este proyecto como importante debido a que la institución siguió todo el proceso de cultivo hasta la cosecha.
“Tuvimos todo el acompañamiento durante el proceso, además nos asesoraron cómo debemos utilizar los fertilizantes adecuados y menos dañinos para la salud y el ecosistema”. La asistencia técnica fue ofrecida por un grupo de especialistas de la Prefectura del Carchi, institución que, desde hace algunos años, apoya a diferentes cadenas productivas.
Carchi, después de Chimborazo, es la segunda productora de papa a escala nacional. A diferencia de otras provincias del país, en esta casi todo el año se puede cultivar este tubérculo.
Según la revista El Agro, la papa es uno de los principales cultivos tradicionales en Ecuador. De hecho, es el segundo más importante después del maíz.
En la siembra y cosecha nacional de este tubérculo se vincula a aproximadamente 88 mil personas, de los cuales el 75% son pequeños, 23% medianos y 2% grandes productores. Además, el consumo de papa per cápita promedio de los ecuatorianos es de 31,7 kilos al año.
La papa es, de hecho, un alimento clave en Ecuador, por ser nutritivo y desempeñar funciones energéticas debido a su alto contenido en almidón así como funciones reguladoras del organismo por su elevado contenido en vitaminas hidrosolubles, minerales y fibra.
El consumo mundial de la papa como alimento pasa del producto fresco a aquel con valor añadido, es decir, productos alimenticios elaborados.
Uno de los principales elementos de esa categoría es la papa congelada, que incluye la mayor parte de las papas fritas que se sirven en restaurantes y cadenas de comida rápida en todo el mundo.
Se estima que el gusto por las papas fritas hechas en fábrica alcanzó más de 7 millones de toneladas al año, según el Centro Internacional de la Papa (CIP).
Al igual que los demás cultivos agrícolas, el de la papa tiene distintos problemas medioambientales, el más relevante es el relacionado con el uso de los productos agroquímicos utilizados para la eliminación de las plagas.
El impacto ambiental de estas sustancias se centra en la salud humana y los efectos sobre el suelo, el agua y el aire. Para evitar estos problemas existen diferentes sistemas de control alternativos a los plaguicidas, como los de tipo agronómico, biológico o tecnológico, que se enmarcan dentro de una protección fitosanitaria considerada en términos de ecocompatibilidad.
Sobre el uso de estos y otros sistemas, los pobladores de la comunidad de San Juan también han recibido información.
Galo Yupsi presidente de la asociación de San Juan indicó que en los últimos días han recibido instrucción sobre manejo de semillas, fertilizantes adecuados para la siembra y el tratamiento de suelos.
Según la página web de la Prefectura del Carchi, la inversión que realizó esta institución es de $ 1.200 en abono químico, semillas y fertilizantes certificados.
De igual manera, la cadena productiva de la papa existe en los sectores del Colorado, Cumbaltar, San Pedro de Piartal, El Moral y Solferino, donde la inversión realizada asciende a más de $ 5 mil en las diferentes parcelas de la cadena productiva. En el país existe una importante producción de papas nativas y están listas para ser difundidas.
Hoy en día, la dieta en Ecuador se basa en la papa y la provincia Carchi, ubicada en la zona norte de la región montañosa de los Andes, es responsable de gran parte de la producción de papas de Ecuador.
La productividad de Carchi se puede explicar en parte por la riqueza de la tierra negra de sus suelos de montaña, pero muchos agricultores locales creen también que este alto rendimiento no sería posible sin la aplicación de altas concentraciones de plaguicidas químicos.
Para los agricultores el uso de los plaguicidas tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo, los plaguicidas sintéticos fueron introducidos a fines de la década de 1940 y mejoraron, en parte, el rendimiento del cultivo. Al mismo tiempo permitieron a los agricultores controlar una serie de plagas perniciosas.
Estas sustancias químicas cumplieron un papel fundamental en la historia del crecimiento económico de este sector, ya que son los responsables del repunte inicial de productividad que permitió a los campesinos pasar de la agricultura de subsistencia a la producción comercial.
De acuerdo con el último censo agropecuario realizado hace más de 2 años, Carchi es la segunda provincia productora de papa. Un total de 2.500 familias están involucradas en la siembra del tubérculo e indirectamente hay más de 10 mil beneficiarios.
Además, la producción en Carchi es de 300 quintales por hectárea, pero el cantón Montúfar encabeza la estadística con 400 quintales por hectárea. (I)