El cóndor, una de las aves más grandes y pesadas
La Casa del Cóndor promueve la educación y la conservación
A finales de la década de los noventa, comenzaron a llegar cóndores a la zona este de Zuleta. Desde entonces, la Casa del Cóndor, como se conoce a este espacio, se ha convertido en un lugar de acogida para estas aves.
Es así como surgió esta iniciativa de conservación. El recorrido por este lugar comienza en el centro de interpretación, donde su propietario, Fernando Polanco, da la bienvenida a los visitantes.
Según señaló, los miembros del Grupo Cóndor trabajan para el proyecto desde hace más de 20 años. También participan miembros de las Pontificia Universidad Católica, sede Ibarra; San Francisco de Quito y el Ministerio del Ambiente.
El cóndor es un animal protector y, en este centro, cada uno tiene su propia historia. Los cóndores en cautiverio son producto del tráfico de especies y han llegado gracias a una campaña de concienciación impulsada en 1996 por el doctor Friedeman Köester.
La finalidad del proyecto es obtener pichones en cautiverio y liberarlos. Para ello se necesita mantener saludables a estos rapaces. Con este fin se desarrollan estudios genéticos para formar parejas compatibles.
Quienes visiten este lugar pueden aprender sobre las diferentes especies de cóndor que llegan al lugar. Al final del recorrido por el centro de interpretación las personas pueden dejar una contribución, la cual es destinada para los diferentes proyectos de desarrollo de la Fundación Galo Plaza Lasso, que promueve la educación, la conservación y el desarrollo. (I)