EL PERSONAJE: Miguel Eduardo Cevallos Sargento Segundo de la Policía y cantante
El policía cantor que lleva las claves musicales en su ADN
Miguel Eduardo Cevallos Gordón, sargento segundo de la Policía, quien se desempeña como secretario de la coordinación de la Policía Comunitaria en Tulcán, también es un apasionado de la música, de ahí que actualmente es la voz principal de la agrupación musical La Clave, formada por más compañeros gendarmes de otras áreas policiales.
A sus 36 años señala que lleva 17 años como servidor policial, pero la música la inició en su época escolar y colegial.
“La música está en mi ADN, pero el ser policía es mi vocación”, indicó Cevallos.
Para cuando se incorporó en las filas de los guardianes del orden, su talento fue conociéndose cada vez más. Canciones como: ‘Tú estas aquí’, ‘Un destello de tu gloria’, ‘Como la brisa’ forman parte de su repertorio.
Se presentó en varios eventos institucionales, incluso en un concurso de canto de la Policía Nacional donde ganó su primer trofeo y formó parte de un compilado musical que se grabó junto con todos los participantes.
Vals, pasillos, boleros, canción romántica y tropical son los géneros que Eduardo interpreta con su agrupación en cada presentación y donde el uniforme es infaltable, si por gajes del oficio tienen que salir en ayuda de alguna persona de la comunidad.
Recuerda que cuando retornó hace 2 años con el pase a Carchi, existía el grupo musical Gema del que formó parte. Con el grupo salió de gira para celebrar los festejos de la institución y recorrió varias provincias del país donde pudo compartir con el público todo su repertorio artístico.
Posteriormente varios compañeros de labor se retiraron por el tiempo de servicio, terminándose el conjunto musical.
Sin embargo, el destino le dio una nueva oportunidad y desde hace un año, junto con otros colegas de la institución emprendió en un nuevo grupo denominado La Clave.
“Lo integran varios compañeros a quienes les gusta la música y también disfrutan de servir a la comunidad”, añadió Cevallos.
Tal es su vocación policial que nunca pensó en renunciar a las filas de la policía para dedicarse a la vida musical, ya que como menciona Eduardo, es el complemento de su vida.
“Me gusta ser policía pero la música se ha convertido en el complemento de cada día, es la que me acompaña y me permite inspirar a varias personas que me escuchan”.
Su esposa, a quien le grabó hace años un casete y a quien considera su fanática principal; sus 2 hijas, una de año y medio y otra de 6 años que también sigue los pasos artísticos son el motor de vida para este guardián de la ley y el orden.
Una de las anécdotas que más que le causan gracia fue durante una presentación, mientras cantaba él y sus compañeros tuvieron que bajarse del escenario para brindar seguridad a causa de molestias por “los chumaditos” que habían en el local.
“Mientras estamos con o sin uniforme es nuestro deber servir a la comunidad y precautelar la seguridad ciudadana”, puntualiza.
Para cumplir con las tareas policiales y artísticas, planifica su tiempo libre o franco con el resto de camaradas para realizar los ensayos. En poco tiempo de vida de este grupo musical, dice que ya reciben oficios solicitando la participación, la cual no tiene costo.
“Dependiendo de los horarios que no interfieran con la labor policial estamos prestos a colaborar en bien de la comunidad” señala.
Explica que para que ellos viajen al lugar donde requieren de su presentación, basta con solicitar al Comandante de la Subzona la presencia de La Clave; están prestos a tomar sus instrumentos y deleitar a la población con su talento.
De momento los artistas planifican grabar su primer sencillo, están por buen camino pero requieren de ayuda para consolidar una de sus más cercanas metas. (I)