En Ecuador una de las economías más importantes y con mayor patrimonio cultural es la elaboración y venta de artesanías en cuero, en ellas se encuentran la identidad, el trabajo y la creatividad del país.

Según Víctor Calderón, comerciante y productor de cuero, uno de los cantones con más historia en la talabartería es Cotacachi. Allí alrededor de 2 mil personas trabajan en la manufactura del cuero. “Actualmente, por la caída en las ventas más del 80% de artesanos tiene problemas para comercializar los productos”.

Durante los últimos meses, la industria del cuero ha tenido una baja considerable en sus ventas. Se debe -señala Calderón- a que los turistas nacionales y extranjeros viajan a la frontera colombo-ecuatoriana para comprar diversos artículos como: chompas, carteras y zapatos.

Frente a este panorama, los comerciantes se han planteado nuevos retos en el ámbito tecnológico, de infraestructura e institucional.

Marco Flores, cortador de la empresa Guerrero, ruta del cuero, indicó que en los últimos años se han realizado varias innovaciones en el diseño de marroquinería, “se han creado productos más atractivos, sugerentes y con mayor calidad para atraer al visitante”, indicó .

Flores recalca que los negocios deben innovar en los modelos cada 2 o 3 meses, dar un giro a los diseños, para que los turistas vean en cada local algo diferente. “Por eso es importante que jóvenes emprendedores realicen esta tarea tradicional de una forma diferente”. 

Según Gustavo Olmedo León, director de Turismo y Cultura del Municipio de Cotacachi, la crisis debe ser un espacio para que la gente pueda generar iniciativas que potencien el comercio en el cantón.

Desde marzo, la Municipalidad del cantón aplicó el no parqueo en la calle 10 de Agosto, una de las arterias principales donde se comercializa el cuero. “Se realizó este cambio para que la gente pueda caminar y disfrutar de los almacenes y de esta manera potenciar las ventas”, acotó Olmedo.

No todos los ciudadanos estuvieron de acuerdo con esta normativa “ya que en este momento de crisis debemos dar comodidad al visitante y no ponerles obstáculos para que lleguen a los locales”, dijo Carmen Proaño.

Según esta comerciante los precios han bajado, “una cartera que se vendía en $ 70 ahora está a $ 45; las chompas se pueden encontrar desde $ 110, dependiendo de la calidad y diseño de la prenda”.

Dinamizar a una ciudad no solo depende de una calle, “creemos que se debe potenciar económicamente todos los espacios para atraer al turista”, señaló Olmedo.

Las cigarreras conectaron a Estados Unidos con Cotacachi

La talabartería mezcla la tradicióncon el ingenio de los artesanos

A inicios del siglo XX la población de Cotacachi incursionó en actividades de talabartería. A partir de ahí el cantón se ha convertido en uno de los principales productores de artículos y artesanías de cuero.

Según Álvaro Ibarra, guía turístico de Cotacachi, a mediados del siglo pasado, desde 1945 a 1950, inició el boom de la elaboración del cuero.

“Estaba en vigencia la Segunda Guerra Mundial y Cotacachi tuvo un vínculo muy grande con Estados Unidos para el proceso de elaboración de cigarreras y cantimploras para los soldados”.

A pesar de ser uno de los sectores más importantes de la economía del cantón existen dificultades para adquirir las materias primas para la elaboración de los diferentes artículos, lo cual en ocasiones encarece la compra de los materiales.

Luis Arellano Calderón, de 73 años, maestro en la rama de la talabartería, señala que el cuero debe pasar por varias etapas para empezar a trabajar sobre él.

Según Calderón una vez que sale del matadero se debe lavar para que salgan todas las impurezas, luego entra a un proceso de pelambre que se realiza con cal.

“Una vez que está descarnado se saca la cal con suero de queso o con el guarapo de la caña molida”, indicó.

Con 50 años en esta profesión reconoce que su trabajo se vende en diferentes ciudades como: Guayaquil, Cuenca y Loja.

Según Juan Carlos Vaca, talabartero de la parroquia de Quiroga, existen 2 asociaciones que se dedican a la producción del cuero, la Asociación de Productores de Artículos de Cuero de Cotacachi (Apraco) y Asociación de Artesanos Marroquineros Santa Anita de Cotacachi (Aimasac) que abarcan alrededor de 150 artesanos.

Según Vaca, el cuero se trabaja dependiendo del producto, “los materiales más suaves se utilizan para la confección de chompas y el cuero más duro para carteras y zapatos”.

Los artesanos trabajan con todo tipo de cuero: nogu, ternero, vaquilla y borrego. Se escoge el mejor cuero para cortar las chaquetas y después se sigue el proceso de armado que depende del diseño y el molde para lograr una prenda de calidad.
“Diariamente se arman dos chompas en el mejor de los casos”, mencionó Vaca.

Esta labor es parte de los artesanos cotacacheños que elaboran diversos productos de cuero para que esta tradición no muera. (I)