En Atacames, cantón de la provincia de Esmeraldas, existen grandes edificaciones de hasta 30 pisos en medio de lotes vacíos y calles sin adoquinado, agua potable ni sistema de alcantarillado.

Eso se debe a que el Municipio no ha podido controlar el desordenado crecimiento urbano, en general, y del sector inmobiliario, en particular. Pese a esto, las autoridades locales aseguran que la intervención en la obra pública está priorizada para las zonas deprimidas o populares.

Sin embargo, en esos lugares también existen inconvenientes  respecto a la dotación de obras de servicios básicos. Por ejemplo, en Teceche, una de las zonas seguras ante un tsunami, existe un gran déficit en cuanto a calles asfaltadas o adoquinadas.

Alfonso Aparicio, secretario de la Cámara de Turismo de Atacames, cree que la oferta y demanda en vivienda se estancó -aparentemente- en los últimos años debido a las carencias respecto a la obra pública.

A pesar de ello, dijo que existe un crecimiento vertiginoso y en algunos casos sin control del sector inmobiliario, que provoca que la inversión pública sea insuficiente.

Para Patricio Espinosa, director de Planificación del Cabildo, el crecimiento en las zonas urbanas y rurales generó que las construcciones sean informales, es decir que están fuera del control del Municipio; llegando estas a sumar 70% .

El funcionario explicó que esa es una de las razones del colapso de estructuras durante el enjambre de sismos ocurrido el pasado lunes en la madrugada. “Los nuevos edificios solo tienen problemas en mampostería, pero las viejas edificaciones (algunas) colapsaron”, apuntó.

Aparicio detalló que la falta de planificación generó esas inequidades. Afirmó que en Tonsupa existen 35 torres aproximadamente, algunas en plena construcción.

El cantón Atacames en solo 12 años duplicó su población: pasó de 15.000 habitantes a 46.000 (permanentes). En Tonsupa existen 3.500 apartamentos y en la parroquia de Same, unos 3.600.

Esa infraestructura vuelve a los balnearios de ese cantón idóneos para el turismo, especialmente de la Sierra Norte.

Según el Municipio, en cada feriado llegan unos 20.000 turistas.

Luego del sismo se comprobó la necesidad de controlar al sector de la construcción. Espinosa cree que es necesario actualizar las cuatro ordenanzas respecto a este tema.
‘Con la ayuda del Banco del estado, el Municipio tiene contratado a los profesionales, quienes se encargarán de la actualización de las normativas’.

El departamento de Planificación informó que en noviembre fueron multados cinco propietarios-constructores. Asimismo existe al menos un llamado de atención al día.

Gabriel Rivera, gobernador de Esmeraldas, llamó a la ciudadanía a tomar conciencia sobre la responsabilidad de construir con los mejores materiales y dar cumplimiento a los parámetros que establecen las normas del Código Ecuatoriano de la Construcción. (I)

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Pedido de control a propietarios

Competencia desleal denuncia gremio hotelero

El gremio hotelero de Atacames dice haber identificado desde hace 10 años una competencia desleal con los dueños de los condominios y apartamentos.

Alfonso Aparicio, de la Cámara de Turismo, explicó que los propietarios alquilan sus viviendas por días, especialmente durante los feriados. “A veces arriendan a la mitad de precio de lo que significa utilizar un hotel. Además, los dueños de esas estructuras no pagan el impuesto de hotelería”.

Ante esa preocupación, el gremio ha conversado de manera constante con el Ministerio de Turismo y con el Servicio de Rentas Internas (SRI), explicándoles sus inquietudes y pidiendo mayor control.

Según la Cámara de Turismo, tan solo en la parroquia de Tonsupa existirían 200 bloques o casas (de 2 o 3 pisos) con el servicio de alquiler o arrendamiento.

Luego del sismo se evidenció que esas casas y conjuntos habitacionales también sufrieron daños en fachada, paredes, mampostería y algunas en su estructura.

Carlos T, dueño de un conjunto, dijo que sus viviendas tienen como fin la inversión para el uso de toda su familia. Dijo que hay un “mito que dice que nosotros alquilamos a los turistas; es falso. Son otros quienes se dedican a eso”.

Mariana P, de Riobamba, compró un departamento en uno de los 11 pisos de una popular torre. “Me costó $ 89.000 y de vez en cuando lo uso. Tengo que reconocer que la mayor parte del tiempo lo arriendo a turistas, a un valor de entre $ 60 y $ 80 el día”.

Los hoteleros del cantón esmeraldeño invitan a la ciudadanía, para que visiten en los feriados de Navidad y Fin de Año y así reactivar la economía. “En estos momentos difíciles necesitamos de la ayuda de todos”, apuntó Aparicio. (I)