Manta.-

Jesús Flores (19 años), de 1,62 cm y tez trigueña, camina con regocijo por el patio de la Unidad Educativa Especializada Angélica Flores Zambrano en el que cursa el bachillerato.

Es de paso ágil. Se dirige con otros compañeros a un espacio que le encanta: la tienda experimental, ubicada al costado derecho del ingreso principal a la unidad, ubicada  en el barrio San Agustín de Manta.

Al instante que se recoge la puerta de acordeón ingresa presuroso. Toma una franela y limpia las perchas ubicadas en el espacio de 40 metros cuadrados.

Muy animado muestra los productos que están en el lugar. Los  ordenar por secciones. Sujeta un aceite grande, lo mira y con seguridad detalla que este puede llegar a costar $ 3,75. Avanza y señala: “Yo ya sé de precios”.

La tienda experimental se implementó desde el 24 de agosto en las instalaciones de la institución. Es parte del proyecto de vinculación con la comunidad denominado ‘Estrategias de marketing para la comercialización de dulces artesanales en la Unidad, convenio firmado con el Distrito de Educación 13D-02.

El plan lo lideró la carrera de Marketing de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam).  El fin es que en ese lugar los  jóvenes fortalezcan conocimientos y desarrollen las habilidades y destrezas que se requieren, para que ellos tengan mejores oportunidades de ser insertados en el campo laboral  explica Ana Elena Arias, docente responsable del proyecto.

Jesús aduce que aprende mucho. “Mi sueño es trabajar con el favor de Dios. Vivo con mis padres y quiero aportar. Al lado del joven está Carolina Chávez, también estudiante de la institución. Ella acomoda en otro estante artículos de aseo y desinfectantes. “Me gusta, he aprendido”. Ella está a pocos meses de graduarse y quiere laborar.

La docente universitaria recordó que trabajaron dos años con diferentes estudiantes de la carrera. En la Unidad Especializada no se pudo aplicar estrategias de marketing para la comercialización de los dulces artesanales que ahí hacen, ya que  se requería el Registro Único de Contribuyente y esto no era posible, porque no es una organización con fines de lucro, son un centro de formación especializada dependiente del Distrito.

Debido a aquello fue que en la última etapa vieron la necesidad de implementar la tienda experimental para vender los chocolates y panes que elaboran, además hay productos no perecibles, para que desarrollen habilidades y destrezas que les permitan tener ventaja competitiva ante personas que les puedan dar trabajo.

La inversión del proyecto del local fue de $ 4.322,79, recursos logrados con autogestión. Hubo apoyo del Comité de Padres y empresarios de la localidad. Paquita Sandoval, rectora (e) de la unidad, cuenta  que la tienda es para que los estudiantes refuercen los procesos de aprendizaje. Los chicos que más participan son los de discapacidad auditiva “y los niños que son susceptibles a la inclusión y que tienen habilidades para manejar dinero”.

La profesora Margarita Moreira observa con orgullo a sus alumnos. Explica que el plan les ayuda a desenvolverse en atención al cliente. La alumna Tania Chávez, asegura que está lista para trabajar. (I)