Nahomy Mera plasma sus ideas en hojas y cartulinas blancas..., a punta de lápiz crea imágenes. Deja  descansar sus manos y comienza un recorrido imaginario por diversos lugares de Manta. Visualiza sitios como el centro de la ciudad y los colegios, donde las paredes están rayadas. “En lugar de vandalismo, ese espacio se pudo haber llenado con arte”, indica la artista.  

Así crea, imaginando el Manta que ella quiere ver, lleno de colorido y paredes que sean como lienzos para todo aquel que quiere colaborar con el arte. No con “grafitis que se hacen de manera desordenada ni con diversos rayones de pandilleros, esos afean la ciudad”.

Nahomy, que vive en Tarqui, sostiene que la situación cambiará con la ordenanza que regula la utilización de los espacios determinados para murales y grafitis.

Esta norma nace como una propuesta de estética urbana, por parte de artistas plásticos, con el fin de controlar y sancionar la ejecución de grafitis vandálicos que no constituyen expresiones artísticas, sino que ocasionan daño y degradación a la propiedad pública y privada dentro de la jurisdicción, afectando al ornato de la ciudad.

El promotor de esta normativa, el concejal Raúl Trámpuz, explica que ahora habrá una correcta utilización  de paredes, de muros, espacios y cerramientos que existen en la ciudad, en los que se colocarán símbolos representativos, históricos, culturales y ancestrales de la comunidad.

“Esta ordenanza, que ya es ley local, toca aplicarla por medio de los departamentos a los que se ha puesto a cargo: Turismo, junto con Cultura y Patrimonio. Además debemos estar vigilantes todos, la parte legal, la parte de seguridad ciudadana, la Policía y todos los estamentos posibles. La participación ciudadana será vital para que sea  la que pueda vigilar, controlar y denunciar a aquellas personas que no se adaptan a un sistema de vida”, explica Trámpuz.

Hay sanciones pecuniarias, comunitarias y reivindicatorias. La primera va hasta 5 salarios mínimos vitales, dependiendo del área, si es una zona patrimonial. En la segunda se obliga al infractor a restituir el bien. La parte reivindicatoria es que quienes hayan cometido la falta, deberán ser parte de campañas de concienciación y de participación de nuevos murales.

En Manta, el tema de la muralización surgió hace unos 4 años, con una campaña en la que participaron estudiantes de colegios e instituciones y se pintaron algunos escenarios.

“Hoy veo con mucho agrado que se sigue esta campaña, que se mantiene en un espíritu que no debe ser de una administración. Tiene que ser una política de ciudad el mantener y preservar los espacios y los escenarios públicos que brindan servicios al turista y a los ciudadanos que transitamos normalmente”, dijo el concejal.

La propuesta de esta ordenanza se planteó hace 8 meses. “Esperemos que las personas que están encargadas de hacer cumplir la ley, lo hagan”, acotó.

En la aplicación de esta ordenanza será el ejecutivo del Gobierno local la única autoridad competente para conceder los permisos para la elaboración de grafitis o murales.

Para el edil, esta normativa “es una satisfacción, porque gana la ciudad. Son las leyes locales las que regulan el correcto uso de los bienes públicos”.

Al ciudadano Héctor Moreira le parece correcta y justa la aplicación de esta ordenanza.

“Esta es una ciudad que avanza y progresa y por tal motivo todos los habitantes tenemos que ajustarnos a reglas, a leyes que por sobre todas las cosas propongan el beneficio y  bienestar común. Los grafitis a veces se pasan de la raya, porque incluyen insultos y de allí pueden surgir problemas. Me parece que la medida es la adecuada”, señala.

Cultura velará por ordenanza

La titular del Departamento de Cultura y Patrimonio, Analía Navarrete, explica que dentro de la ordenanza se propuso que sea esta dirección la que maneje el orden y regulación de la misma.

“Esa normativa tiene diferentes reglamentos, pero asimismo lo que se está buscando son las consideraciones de qué es un grafiti y lo que no es. Esta ordenanza crea castigos legales y penales para las personas que rayen las paredes, porque eso no se considera un grafiti. Para los que sí ejecutan los grafitis artísticos se va a establecer un plan de ayuda, es decir buscar espacios públicos en los cuales el Gobierno local interfiera. Se darán todos los permisos, siempre y cuando los diseños vayan de acorde a la ordenanza”, indicó.

Navarrete recordó que tiempo atrás, cuando se hizo la restructuración de la plaza cívica Eloy Alfaro de la ciudad, esta fue rayada y el daño no quedó registrado para llegar hasta los culpables. Luego de gestiones, las cámaras que se encontraban en el lugar fueron arregladas y están activas para evitar que haya otros hechos vandálicos como el mencionado. “El ECU911 está ayudando”, expresó.

Proyecto de muralización avanza

La funcionaria municipal dijo que este reglamento ya se lo venía planificando en la ciudad, “porque existen demasiadas paredes rayadas”. En vista de la situación se emprendió un proyecto de muralización, del cual a la fecha van 70 murales realizados, en lugares a los cuales llegan con un mensaje para que cuiden las paredes, para que así se pueda dar una buena imagen del sector.

“Cada 3 meses estamos entregando diferentes proyectos. El próximo año se van a pintar  50 murales en la ciudad. Todo lo estamos ejecutando a través de proyectos en diferentes unidades educativas, paredes públicas o privadas, barrios o sectores que piden ayuda”, dijo.

La funcionaria indicó que en el caso de las instituciones educativas, existe un convenio con el Distrito de Educación, en el que estos ponen el material y el Departamento de Cultura se encarga de pintar el mural. En la ciudad hay una persona contratada para hacer los murales. Se trata de Pedro Reyes.

En la campaña también colaboró un pintor español, conocido como El Rojo. Él pintó un mural de Autoridad Portuaria de Manta, el que cuenta con auspicio de diversas empresas.   

La directora de Cultura indicó que la semana pasada inauguraron 2 murales y la próxima semana continuarán. Para enero se entregarán 3 obras más.

Carolina Medina, habitante mantense, indicó que le daba pena ver cómo personas pintan las paredes de sus casas y casi al instante aparecen con grafitis que no tienen fin social. “Estoy de acuerdo con una ordenanza, había espacios públicos que estaban llenos de estos grafitis que dañan el ornato, por ejemplo de los parques”, indicó. (I)