Tras 19 meses de atraso en el plazo para que entre en funcionamiento la nueva terminal terrestre de Manta, para hoy está previsto que se den detalles de los trabajos que hará el consorcio Jocay en la infraestructura, para lo cual se recorrerá la obra.

En primera instancia, la terminal debía ser entregada en diciembre de 2013, pero en esa fecha la infraestructura no había avanzado.

Luego, tras un nuevo plazo otorgado a la constructora Eseico S.A. por el Municipio de Manta, que para aquel entonces era dirigido por Jaime Estrada, se estipuló que la estación debía estar lista a mediados de 2014.

Cuando llegó la fecha acordada, la obra no estaba lista y no presentaba mayores avances.

Ya con Jorge Zambrano como alcalde, el Municipio de Manta decidió dar por terminado el contrato con Eseico S.A.

En enero del presente año, Zambrano indicó que la terminal estaría funcionando, en algunas de sus áreas, en mayo, algo que no sucedió. El funcionario explicó en abril que no se pudo cumplir con lo propuesto por razones legales.

Luego se dio el proceso de licitación de la obra y el concurso fue ganado por el consorcio Jocay. La idea de Zambrano, para trasladar la actividad de la actual estación a la nueva, es que esté operativa la parte donde se atenderá a los usuarios, como los restaurantes, los baños, boleterías y la zona de carga.

“Aspiro a que en poco plazo tengamos ya, como hemos dicho, la parte principal de la terminal de pasajeros para operar. Queremos descongestionar el centro al sacar la operación hacia la terminal nueva”, expresó Zambrano días atrás.

Los trabajos en el área comercial avanzarán de acuerdo con las condiciones económicas de la Municipalidad, explicó el burgomaestre.

La obra será contratada con el consorcio Jocay por $ 8 millones. Se entregará el 5% de anticipo a la constructora, lo que representan $ 400.000.

Una estrategia que espera poner en marcha el Cabildo para acelerar la habilitación del espacio comercial es hablar con las personas que compraron el derecho para ocupar los locales durante 5 años, para que   inviertan en sus negocios.

Según Zambrano, así los comerciantes estarían pagando por adelantado los futuros arriendos. (I)