Desde hace un año y 9 meses el espacio de la antigua terminal terrestre, ubicado en pleno centro de Manta, quedó solo en terreno. Esa área es hoy un sitio donde se estacionan vehículos.

Ciudadanos como Ángela Asanza, que pasan a diario por la zona, consideran que el lugar no da un buen aspecto. “Debería construir ahí un edificio de estacionamiento que hace falta en esta parte céntrica de la ciudad”, refiere la ciudadana.

Alrededor de la zona se levantan más de 100 locales, Los comerciantes, como Washington Guanoluisa, quien lleva más de tres décadas laborando en el sector La Bahía, adyacente al terreno de la vieja terminal, están de acuerdo con que en la zona se ejecute un proyecto de parqueo para vehículos, porque eso genera movimiento y, por ende, presencia de clientes.

Sixto Acosta, que también frecuenta la zona, mira con nostalgia el lugar y dice: “Esto no mejora, se ve todo desarreglado y lo que se tiene que hacer es ordenar para que dé mejor imagen”.

Jorge Arteaga llega al lugar todos los días. Ahí vende encebollados desde hace 40 años. La sequía de 1981 llevó a que migrara de su lugar de origen, Pachinche (Portoviejo) a Manta y fue en la ciudad que emprendió en el negocio.

Hasta antes de que dejara de funcionar la terminal terrestre en la zona vendía cuatro tachos de su producto desde las 06:30 hasta las 12:00. Hoy debe permanecer más tiempo en el lugar para vender solo uno.

“La economía en el lugar ya no es igual que antes, pensábamos que con la puesta en funcionamiento nuevamente del edificio de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) habría mayor movimiento en la zona, por los usuarios que ahí llegan a pagar sus planillas, dice el hombre mientras despacha un encebollado de $ 2 a un taxista.

Él junto al también comerciante Jorge Vélez recuerdan que en la pasada administración municipal se hablaba de proyectos. “Uno de ellos era de módulos para los mercaderes”, señala Arteaga, mientras Vélez, quien tiene un local en La Bahía, indica que también se hablaba sobre un patio de comida o un parque.

No obstante, ambos esperan que el lugar sea mirado por la actual administración del GAD local y se concrete un plan, que a más de generar mayor flujo de personas mejore la imagen de la zona.

Con ese criterio está de acuerdo Gabriela Delgado,  quien hace poco abrió un negocio en el sector. “Aquí lo que hay es un parqueadero común y corriente. La zona debe convertirse en un centro comercial”.

Marilyn Álava, otra comerciante del lugar, que lleva dos décadas ofertando productos naturales, dice que ya es momento de que se haga una obra de progreso para todos.

Plan para largo plazo
El proyecto, a largo plazo, que tiene pensado la actual administración municipal es hacer un parqueadero. No obstante, antes de concretar un plan se está trabajando en los estudios de prefactibilidad, según Emilio Macías, director del departamento de Obras Públicas del Gobierno local.  

Se trataría de un edificio de varios pisos, que sirva de parqueo. Eso se está planificando; se descarta que sea para este año.

 Los comerciantes que antes estaban en la edificación de la vieja terminal y que luego fueron reubicados claman también por un buen proyecto, como lo destacan Maurilio Indacochea y sus colaboradores Maribel Delgado y Héctor Lucas.

“Queremos que se vea mayor movimiento como antes”, destaca Lucas, quien labora en el restaurante El Dolarazo, que está ubicado en las inmediaciones de las que fueron oficinas de la cooperativa CTM. 

Los terrenos de la antigua terminal se levantan a pocas cuadras del sector bancario y edificio municipal y está cerca de la zona comercial Nuevo Tarqui. (I)