En el vertedero municipal de Portoviejo se han recuperado más de 3 hectáreas de terreno, que estaban tomadas por la basura, el humo y los gallinazos.

A este cambio, se suman los trabajos que se desarrollan en materia de iluminación.
Pedro Vélez, administrador del vertedero, indicó que de 12 postes con lámparas que tenía el lugar, se amplió el servicio a 30, con sus respectivas luminarias, y se colocarán 3 reflectores que ayudarán a la disposición final de desechos que también se realiza en las noches y madrugadas en el sitio.

Además se está gestionando el mantenimiento de 800 metros de vía interna, a fin de evitar complicaciones con el traslado de la basura en el invierno.

El área, donde, además, se ha eliminado la quema de la basura y se han colocado trampas para evitar que las fundas salgan del perímetro, ha sido zonificada para la recepción de escombros, desechos vegetales e infecciosos, basura común y llantas viejas.
Igualmente está prevista la colocación de señales y la implementación de otros rigurosos controles.

El también llamado muladar municipal, ubicado a 3 kilómetros de la capital manabita, recepta diariamente 250 toneladas de basura, que reciben el tratamiento correspondiente.

“Hemos tenido grandes avances con este lugar. Antes la basura y la quema eran visibles desde la carretera. También se veía a los gallinazos. Cuando alguien estaba por aquí trabajando, casi ni podía hablar, porque de inmediato se le metía una mosca en la boca. Eso ahora no sucede”, dijo Alberto Gómez, inspector del vertedero local.