Que la solidaridad se extienda más allá de la venida del Papa
Con el ambiente de fervor religioso por la visita del máximo líder de la iglesia Católica al Ecuador surgieron varias corrientes de solidaridad.
Cabe destacar que huérfanos, discapacitados y ancianos siempre estarán con nosotros con o sin la visita del papa Francisco. ¿Por qué no mirar con amor a este grupo de seres que vive junto a nosotros todos los días?
Saliendo a las calles más concurridas de Manta, un anciano en silla de ruedas pide una contribución para su pierna enferma, que debe ser amputada. No se le escucha decir nada, solo extiende su mano. Muchas personas iban y venían, pero no le daban nada.
Debemos reflexionar más y dedicar tiempo a pensar en estas personas necesitadas. Si Dios nos ha bendecido y tenemos las posibilidades de poder ayudar, ¿por qué no hacerlo? (O)