En primera instancia, la menor tenía que ser movilizada en una silla de ruedas prestada
"Nunca pensamos que los beneficios le llegarían a nuestra hija"
A los 5 años, Dayana cogía los libros que encontraba en su casa. Le encantaba mirarlos. Estaba en el jardín de infantes. Era una niña alegre -afirma Diana González, su madre- pero su estado cambió de un momento a otro.
Tras una fuerte fiebre, la menor convulsionó y, a partir de ese instante, no volvió a ser la misma. Resultó con el 95% de discapacidad y quedó postrada. Su vida familiar cambió drásticamente.
Diana recuerda con mucha tristeza esa situación, y mientras hace trenzas en el cabello de su hija, que ahora tiene 16 años, cuenta que antes residían en Las Cumbres, en una casa de caña y piso de tierra, y que el padre de Dayana, Óscar Moreira, de oficio albañil, era el único sustento económico.
Diana no podía trabajar porque tenía que atender a su hija. Para trasladar a la menor hacia el centro de salud debía pedir prestada una silla de ruedas a una tía, y para bañarla debía cargarla.
Pero hace 3 años esas angustias quedaron atrás. Gracias a gestiones de vecinos y propias lograron que el Gobierno Nacional, a través de la Misión Solidaria Manuela Espejo, apoyara a la familia Moreira González con ayuda técnica a Dayana.
La menor recibió una silla de ruedas, una cama y un colchón. La ayuda fue un impulso para la familia, asegura Diana. Ahora ya no tiene la preocupación de si va o no a contar con la silla de ruedas de su tía.
En la que recibió lleva a la menor a la atención médica y a pasear a sitios como el parque. Dice que otros gobiernos no fueron como este, que el actual se ha interesado en las personas con discapacidad. Junto con su marido, se siente agradecida con el Gobierno Nacional por esa asistencia, que fue la primera de 3 que recibió.
Además desde hace 2 años y medio, la menor cuenta con el bono Joaquín Gallegos Lara ($ 240 mensuales que se entregan al responsable del familiar con discapacidad), con lo cual —asegura Diana— mejoraron las condiciones de vida de su hija.
“Con estos recursos le compro ropa y su vitamina, pero ahora que mi esposo está sin laborar desde hace un mes, con ese dinero nos ayudamos en la comida hasta que él consiga trabajo”, explica Diana.
Adicionalmente recibieron una casa que se levanta en el proyecto municipal ‘Sí Vivienda’. Diana indica que se la entregó la Vicepresidencia de la República, tras un convenio firmado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y el Municipio de Manta.
“Antes vivíamos con mi abuela, no teníamos casa. Ahora estamos en esta villa con todos los servicios, ni en sueños nos imaginábamos esto”, dice la madre de Dayana.
Para realizarse chequeos médicos, ya no tiene que pugnar por un turno en el hospital, la atención es prioritaria para Dayana, cuenta la madre. “Ha sido un gran apoyo, nunca pensamos que la ayuda del Gobierno le llegaría a nuestra hija”, indica.
La Misión Solidaria Manuela Espejo es parte de una investigación social y clínica para estudiar y registrar a todas las personas con discapacidad en el Ecuador con el fin de tener datos específicos como problemas de salud, edad y lugar de residencia, entre otros.
La ayuda social cuenta también con el programa Joaquín Gallegos Lara, que consiste en la asignación de un bono económico que se entrega a un familiar encargado de cuidar a una persona con discapacidad severa física o intelectual. (I)