Con el movimiento de sus manos, poco a poco el dibujo toma forma. La menor Victoria Núñez pinta un sombrero fino de paja toquilla. Con pocos años, ya conoce las características del producto insigne de su cantón. “El tejido de sombrero de paja toquilla es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, explica brevemente, para luego concentrarse en sus trazados.

Ella, al igual que otros jóvenes, fue parte del concurso de pintura organizado por los 195 años de independencia de Montecristi (23 de octubre de 1820). Además, hubo desfiles, la infalible sesión solemne y diversos bailes populares para festejar a la localidad en la que nació el general Eloy Alfaro Delgado.

El sombrero fino es el máximo orgullo del cantón, que tiene como uno de los puntos principales de su elaboración a la comunidad Pile, donde procesan las hebras de la paja en sombrero.

La localidad ubicada, a 30 kilómetros del centro de Montecristi, es reconocida por tener a los tejedores de sombreros de paja toquilla más finos. Entre ellos está Cenovio Espinal (72 años), destacado en 2013 como uno de los 12 ganadores a escala nacional del reconocimiento de portadores de saberes tradicionales, impulsado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Él teje desde los 10 años. En su vida de artesano contabiliza que ha elaborado unos 250 sombreros. Una vez que está listo el producto, el acabado lo hacen otras personas, en el casco central del cantón. Entre sus clientes están suecos, alemanes y norteamericanos.

Los montecristenses realizan esta labor en horas de la mañana. Prima la paciencia, pero sobre todo el cuidado. En la localidad, para mantener viva esta tradición, se realizan talleres sobre cómo hacer los sombreros finos de paja toquilla.

Semanas atrás, cerca de 20 jóvenes se graduaron como artesanos luego de una capacitación, en la que  conocieron cada uno de los procesos para elaborar el producto. Las clases las recibieron en el Centro de Formación Artesanal, donde actualmente un nuevo grupo se prepara para obtener el título de artesano.

El comercio y su gente

La calle 9 de Julio atrapa las miradas de quienes la recorren a diario. Las artesanías que se venden en el sector son diversas y en ellas se resalta la cultura local y provincial.

Darwin Carrillo es uno de los comerciantes asentados allí. Es parte de la tercera generación de su familia dedicada al comercio de artesanías. Su local es uno de los 18 que se levantan en esta vía y que atiende a diario. “De mi cantón puedo decir que es el epicentro de la artesanía, hay de todo como objetos en barro y sombreros”, comentó el joven comerciante.

Los visitantes encuentran objetos desde $ 1.

Juan Fernando Díaz es un comerciante que desde hace 5 años llega todas las mañanas, de lunes a viernes, para vender ropa en su vehículo. Aseguró que se ve a toda hora la presencia de turistas.

Desde hace 24 años, Maribel Carrillo tiene un negocio en la calle principal. Para ella, la “jurisdicción es hermosa y atrae al viajero”, pero cree que le falta mayor promoción, para que lleguen más turistas, sobre todo los de la Sierra. “Tenemos productos que son atractivos para todos los gustos”, comentó.

Para mejorar sus ventas, ella aprendió lo básico del idioma inglés. “Las ventas aumentan cuando llegan los cruceros a Manta. Los extranjeros son quienes más aprecian el arte del tejido de los sombreros finos”, señaló.

El mantense Carlos Medina también trabaja en la vía principal de Montecristi. Desde hace 3 años comercializa zapatillas. Aunque las ventas bajaron —aseguró— le gusta mucho hacer negocios en ese cantón, ya que “su gente es tranquila y se trabaja en paz”.

Ciudad cultural

Montecristi es un cantón que está a  la vanguardia en la organización de eventos culturales, así destacó el director de Cultura y Patrimonio del Gobierno local, Ángel Muentes.

“Somos el primer Municipio en contar con el único coro lírico de Manabí, que se ha presentado a escala nacional. Hace 2 años empezamos ese trabajo. El grupo lo conforman jóvenes y adultos”, dijo.

Además se han formado grupos de teatro y danza. El martes se estrenó una obra de teatro en el auditorio municipal, la que tuvo una gran asistencia. “Hay 30 personas estudiando pintura, también gente aprendiendo a tocar piano, guitarra y canto. Aspiramos a implementar en 2016 o 2017 un proyecto de la orquesta sinfónica”, expresó.

En este mes se ha realizado un promedio de 100 eventos culturales en los cuales la ciudadanía ha respondido de buena manera.   

Eduardo Mendoza, de la agrupación Son Montuvio, resume que la parte cultural de Montecristi ha tenido su desarrollo a partir de la construcción del Centro Cívico Ciudad Alfaro, que en primera instancia acogió a la Asamblea Constituyente de 2008.

“Hay compañeros artistas en diferentes ámbitos, como de la música, teatro y danza, que están contratados o que dan su labor a Ciudad Alfaro y eso es importante.  También habrá que trabajar mucho en la recuperación de tradiciones, a través de la memoria histórica del aporte cultural que ha tenido Montecristi como tal, porque a opinión personal, no solo se debería traer artistas de otras ciudades, sino empezar por fomentar lo que hay aquí. Montecristi tiene talento”, indicó.  

Señaló también que los saberes artesanales en esta jurisdicción manabita “son increíbles. La parte cultural da un repunte en otro sentido a la ciudad. Los visitantes se pueden llevar una imagen con identidad, de  cómo es Montecristi y eso es importante”, expresó. (I)