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El Telégrafo
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El municipio recuerda que se confiscará equipos a quien no cumpla norma

Manta socializa ordenanza que regula exceso de ruido

Varios locales en la Calle 13 ponen música a alto volumen para atraer clientela.
Varios locales en la Calle 13 ponen música a alto volumen para atraer clientela.
Fotos: Leiberg Santos / El Telégrafo
16 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

El mantense Eduardo Sánchez cuenta con pesar que hace cinco años tuvo que migrar de su barrio Jocay (donde se crió), al sector Monteolivo de Montecristi, para sentirse relajado. Asegura que donde habitaba, el ruido era tremendo. “Ahí ubicaban parlantes con música a todo volumen y eso me perturbaba, por eso me fui a un lugar más tranquilo”.

Él labora en la playa El Murciélago de Manta vendiendo artesanías; ahí se enteró de que el Gobierno local, a través del Departamento de Gestión Ambiental, regulará de manera estricta el uso de parlantes amplificadores y disco móvil en la vía pública, portales y locales comerciales, con el fin de controlar los niveles de ruido.

Ambrosio Moreira, funcionario municipal, explica que por el momento están socializando la medida con comerciantes y la comunidad en general. El funcionario indica que desde 2011 existe una ordenanza que regula la gestión ambiental (título XIV de las tasas y permisos, en el artículo 72). “Esto indica que para tener algún  tipo de amplificación en un local comercial, en la vereda o en un portal se debe contar con el permiso de la Dirección de Gestión Ambiental, caso contrario está sujeta a sanción”.

La tasa correspondiente a un local comercial es de $ 80_y si es evento social $ 50 por el día. Personal municipal realiza la socialización de la ordenanza por diversos puntos de la ciudad para que los mantenses estén enterados de la normativa. “Ya se lo hizo en la Avenida 2 y en la Calle 13”.

En el caso de que la normativa no sea acatada, las autoridades del orden pueden incautar el equipo que están utilizando. Además se exponen a una sanción por parte de la Comisaría de Gestión Ambiental.

“El hecho de que tengan la autorización para ubicar algún tipo de amplificación, no les da libertad para hacer escándalo. En ese caso, va un técnico y les deja medidos los decibeles”. Hasta el momento no se ha sancionado económicamente a nadie, porque cuando han tocado esos casos se ha podido resolver amigablemente, detalla.

“Vamos a seguir con esta campaña hasta fin de año, hasta que logremos copar la ciudad”.

Marianny Rueda, quien trabaja vendiendo granizado en la Calle 13,  dice que el control del ruido es muy importante, “porque tanto volumen descontrola y no deja escuchar”. (I)

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