Manta.-

La cercanía a la ruta de tráfico internacional a  25 millas de distancia, muelles de fácil acceso y operativos las 24 horas del día todo el año, son parte de los argumentos que mantienen firme a Manta en el contexto del mapa de cruceros de turistas.

Los trasatlánticos que arriban desde hace más de 20 años mantienen al puerto manabita como ruta obligada para anclaje de  los buques.  Estos llegan repletos de turistas  procedentes, especialmente, de los Estados Unidos.

La temporada 2017-2018 se inició el pasado 8 de octubre con el arribo del crucero Zaandam que transportaba 1.300 visitantes entre turistas y tripulación. El buque acoderó en los muelles de aguas profundas del puerto a las 06:00.

En la plaza Cívica ubicada sobre el malecón de la ciudad se montó una feria de venta de artesanías. Productos como sombreros de paja toquilla, trabajos en tagua, entre otros fueron adquiridos.

Roberto Salazar, gerente del Terminal Portuario de Manta (TPM) actual concesionario del puerto, informó que en los 10 meses que dura la temporada, de octubre de 2017 a julio de 2018, arribarán 23 naves, pero solo de 21 embarcaciones bajarán los cruceristas; los otros 2 buques solo llegan para tareas de logística y abastecimiento.

Manta se vende en estos casos como la puerta de ingreso del país para extranjeros que llegan a bordo de los cruceros, comentó Brenda Terán, directora de turismo de Municipio de Manta.

La economía que gira en torno al turismo en Manta se reactiva con el arribo de cada crucero. Los conductores de taxis, de buses de alta gama, vendedores, guías, restaurantes, centros comerciales y hasta los negocios  informales se benefician con el atraque de los barcos, reseñó José Recalde, gerente de Autoridad Portuaria de Manta (APM).

El consultor turístico Marco Dávila, quien administra un hotel de cinco estrellas en el puerto manabita, afirma que la parada de estos grandes navíos da un plus a una ciudad turística como Manta, que hoy tanto lo necesita.

En promedio cada crucerista gasta $ 80, compran artesanías, visitan los restaurantes, centros comerciales, se trasladan en taxis y eso es fundamental en la cadena de servicios.

Pero ¿qué hace un turista cuando se baja del barco en Manta? Según Terán, hay rutas de aventura, en el bosque húmedo de Pacoche, ubicado 25 minutos al sur de la ciudad.

Además, está la ruta urbana que recorre la zona de las edificaciones patrimoniales en el centro de la urbe, la feria en la plaza Cívica y en cuanto a temas culturales el paseo José María Egas.

Josep Murphy abordó el Zaandam y aprovechó su condición de jubilado para conocer Latinoamérica viajando por el mar. Gusta de los mariscos y en su corta estancia en Manta saboreó en uno de los restaurantes del malecón escénico un cebiche de pescado. Quedó prendado del sabor y resaltó el trato amable de los mantenses.

Para la temporada 2017-2018 de cruceros en Manta TPM proyecta que visitarán el puerto mantense 25.000 viajeros.

En la temporada 2016-2017 arribaron en 17 naves 19.225 cruceristas. Para el 20 de octubre se espera que llegue el crucero Silver Muse con 150 pasajeros.

Dos operadoras se encargan de la logística de las naves. (I)