La urbe cuenta con balnearios como Tarqui, Los Esteros, San Mateo y barbasquillo
Manta, punto clave para el turismo en Manabí
Al escuchar hablar de Manta, de inmediato llegan a la mente sus encantadoras playas y lugares únicos como el bosque de Pacoche o el muelle de San Mateo, diversos puntos, que junto a su exquisita gastronomía, hacen de la ciudad puerto un lugar idóneo para ser visitado.
El turismo es uno de los puntos fuertes para el desarrollo económico de la localidad ya que fomenta plazas de trabajo. En la última década, Ecuador se ha fortalecido en la industria sin chimenea como fuente sostenible de ingresos. Se busca atraer a más turistas y obtener mayores divisas, apuntando de esta manera a cumplir varios de los objetivos de cambios en la matriz productiva.
Manta es un claro ejemplo del desarrollo turístico nacional. En feriados, como el de carnaval, miles de personas escogen a Manta como punto fijo a visitar. La playa de El Murciélago está abarrotada de personas que gustan del sol, el mar y la arena.
El área turística manteña ha tenido un desarrollo sostenido en los últimos años, pero este sector no siempre fue un fuerte en la ciudad. A inicios del siglo XX, la localidad era un pueblo exportador de sombreros de paja toquilla, de tagua y café.
En la década de los cincuenta se vivió un crecimiento económico gracias a que Manta se convirtió en el mayor exportador de café del Ecuador. En los años ochenta despuntó con éxito la actividad pesquera.
Junto al potencial exportador del puerto, el turismo creció con el pasar de los años, hasta convertir a la ciudad en una de las más visitadas del Ecuador.
Para Aurora Valle, directora Ejecutiva de la Cámara de Comercio de Manta, la localidad, en el área turística, resurgió con ímpetu hace unos 25 años, cuando empezaron a asentarse diversas líneas hoteleras, lo que hizo que la urbe creciera en muchos aspectos.
Hoy en día, la ciudad puerto es uno de los sitios más visitados de todo el país, no solo por turistas nacionales, sino también del extranjero, quienes en su mayoría llegan en los cruceros.
Uno de los puntales para potenciar la llegada de visitantes fue la creación, hace 19 años, de la Dirección Municipal de Turismo, la que se encarga de crear diversas agendas para el entretenimiento de los viajeros. El Municipio también maneja proyectos en las playas con empresas privadas.
Andrea Zambrano, directora municipal de Turismo, resalta la labor del departamento que dirige en la promoción, difusión y posicionamiento de la ciudad como un destino turístico a escala nacional, así como para lograr el fortalecimiento a escala mundial.
Playa virgen es uno de los balnearios ubicados en la zona rural de Manta. Es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Hoteles, restaurantes, cafeterías, bares, discotecas han logrado posicionar a Manta como un destino turístico donde la calidad de servicios debe primar por sobre todas las cosas.
“Hay que educar a las personas para convertirlas en sujetos que sepan atender a los turistas, así el futuro económico de la localidad estará asegurado. Manta es una ciudad que no duerme, en la que se trabaja de noche, de día y en la madrugada. Es una urbe de turismo donde hombres y mujeres se destacan, sin envidiar a nadie y a ninguna ciudad, porque cada cual tiene lo suyo”, indica el historiador Joselías Sánchez.
“El turismo ha crecido mucho. El Municipio apunta a que Manta sea una de las mejores ciudades del Ecuador para ser visitadas”, manifiesta Jonathan Zambrano, inspector 1 del Departamento de Turismo de Manta.
Otro de los aspectos que han beneficiado económicamente al puerto es la inversión privada. El sector inmobiliario ha crecido en los últimos años. Muchas personas deciden invertir en departamentos ubicados en edificios frente al mar.
Sánchez habla sobre Manta como una ciudad que puede ofrecer a los jubilados la oportunidad para terminar sus días, construyendo casas y tener una buena calidad de vida. La mayoría de las personas que arriban a la ciudad en los cruceros son jubilados. Ellos disfrutan intensamente de la diversidad que se puede encontrar en la urbe.
La Cámara de la Industria de Manta ha firmado convenios con la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, el Ministerio de Turismo, el gremio de hoteleros y otras entidades vinculadas al turismo para fortalecer esta rama.
Un ejemplo de desarrollo en el área de atención al cliente son los cursos de inglés que canaliza el Departamento de Turismo municipal. De las clases de idioma son parte taxistas, dueños de restaurantes y comerciantes, con el fin de poder brindar un mejor servicio.
Otra de las maneras de atraer personas a la ciudad, según Zambrano, es la organización de diversos eventos académicos, ya sean congresos o conferencias, cuyos expositores y asistentes generan un turismo de arrastre.
Los hoteles al pie del mar son de los más buscados por los turistas, ya que estos gozan de una espectacular vista a la playa. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Los beneficios para la urbe como destino turístico se generan todo el año, ya que el clima es siempre ideal para los bañistas. Su gastronomía engancha, es única y exquisita.
Actividades cotidianas como las de la reparación y construcción de barcos se vuelven un atractivo para los visitantes en Manta. Es normal ver a las personas que llegan parar en la playa de Tarqui y tomarse fotos en el astillero.
El bosque húmedo de Pacoche, con toda su variedad de flora y fauna, es otro recurso que posee la ciudad. “Es un lugar en el que se percibe paz y tranquilidad”, destaca Pedro Santos sobre el refugio de vida silvestre, ubicado a 20 minutos desde el centro de Manta.
A unos minutos hacia el sur están las playas rurales. Se puede apreciar a San Lorenzo, Santa Marianita y La Tiñosa. No se puede quedar afuera San Mateo, el último balneario de la zona urbana de Manta.
En San Lorenzo se realiza el turismo ambiental. Al lugar arriban decenas de tortugas marinas para depositar sus huevos. La eclosión se da en el último trimestre del año.
Por su parte, en San Mateo crece la práctica de deportes acuáticos. Es normal ver a personas realizando kayak, kitesurf y snorkel.
Además de sus conocidas playas, existen museos que cuentan la historia de la ciudad, un sinnúmero de parques recreativos, discotecas, restaurantes, bares y más.
Para Marjorie Zambrano, docente de la Unidad Educativa José Salazar Mero, “el turismo genera diversas fuentes de trabajo, lo que ayuda a que las personas tengan una mejor calidad de vida. Hay que cuidar y fomentar la actividad turística en la localidad, ya que es una ayuda al desarrollo económico de la ciudad”.
Durante el actual feriado, más de 80 mil personas arribarán a Manta, según proyecciones del Departamento de Turismo.
La playa de El Murciélago es la más visitada en Manta. Hasta la localidad llegan turistas de diferentes partes del país y el mundo. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Para la distracción de los visitantes, así como de los mantenses en general, el GAD ha preparado diversas actividades, entre musicales y eventos culturales. La industria sin humo es importante no solo para el mejoramiento económico de la ciudad, sino también para fomentar el mejoramiento ecológico, tanto de las playas como del bosque de Pacoche.
Para la guayaquileña Sandra Morán, quien estuvo de visita en la ciudad la semana pasada, “Manta es un paraíso en el que se puede disfrutar de todo. Siempre vengo de paseo con mi familia y en esta ocasión conocimos Pacoche. Fue una experiencia inolvidable el ver un bosque así, tan cerca del mar. Sin dudas volveremos en los próximos días para conocer más senderos”.
Uno de los mayores atractivos que tiene Manta son sus playas, entre las que están El Murciélago, Barbasquillo, Tarqui, Piedra Larga, San Mateo, La Tiñosa, Santa Marianita y Ligüiqui.
Para recibir a los visitantes, la localidad cuenta con 127 hoteles, hostales, hosterías y pensiones, las que tienen capacidad para recibir a unas 6 mil personas.
De los hoteles, 3 son de lujo: Manta Host, Oro Verde y Poseidón, este último inaugurado el año pasado. Se construye además el Best Western, en Barbasquillo. Si de gastronomía se trata, Manta cuenta con 179 restaurantes, 30 cafeterías, 109 bares y 35 fuentes de soda.
Para este año, tanto en playas como en lugares turísticos de la ciudad, las autoridades estiman recibir aproximadamente 700 mil visitantes. En 2015 fueron 600 mil las personas que arribaron a la urbe, según datos de las autoridades locales. (I)