Manta tiene un vínculo natural y de  evolución con el mar. Y es el océano la mayor fuente de riqueza de la ciudad puerto que se afianza en el contexto local y del país como uno de los cantones que genera riqueza. En 2015 aportó con el 2,85% al Producto Interno Bruto (PIB) de la nación. Manabí alcanzó ese mismo año en el contexto nacional el 5,7%, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE)

Este enclave costerol, ubicado en el centro del perfil litoral de Manabí, cumple hoy 95 años de cantonización. A lo largo de la línea de costa de Manta, es visible el desarrollo industrial-atunero e inmobiliario de la urbe. De la mano de la actividad pesquera, este cantón ha progresado desde inicios de 1900, comenta Jaime Estrada Bonilla,  exalcalde de Manta.

El atún es el producto estrella. En torno a esta especie se establecieron las empacadoras que en la actualidad generan 20.000 plazas de trabajo directas, según datos de la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores de Atún (Ceipa).

Para el empresario Estrada, propietario de la empacadora Fish Corp,  productos como el café, el cacao y la tagua empezaron dinamizando la economía del puerto manabita.

Una vez que iniciaron las obras portuarias en 1966, comenzó  también el nuevo frente de desarrollo que se apuntalaría desde el puerto con el sector pesquero, reseñó el historiador mantense José Elías Sánchez.

El consultor Teodoro Andrade coincide con Sánchez al señalar que el puerto es el bastión del desarrollo de Manta.

Después de que entró en funcionamiento la terminal portuaria, en Manta se dio una metamorfosis. “Pasamos del bongo (embarcación artesanal) al barco atunero. Otro indicador fundamental es la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam), donde se empezó a formar a los nuevos profesionales”.

Andrade cree que en los últimos 20 años en Manta se inyectaron   unos $ 2.000 millones en proyectos de obra pública y privada en el cantón. La mayor inversión pública en la historia, a juicio del experto, se concentraría en las obras preliminares del proyecto Refinería del Pacífico (RDP) con $ 1.500 millones. Se ha inyectado a la economía de Manta unos $ 200 millones  cada año, aproximadamente.

En 30 años, para el consultor manabita, la población llegaría a  los 500 mil habitantes, hoy existen 220 mil residentes, entonces Manta estará unida con Portoviejo geográficamente.

La capital de los manabitas tendrá su potencial en la agroindustria,  mientras que Manta, en la pesca y el turismo. Ambas ciudades se convertirán en una sola, afirma.

Las inversiones empezaron a llegar con fuerza desde 1990 y aumentaron  después de que Ecuador cambió del sucre al dólar. Por ejemplo, el sector inmobiliario es el que mayor inversión logró ubicar en el cantón, unos $ 800 millones, según Andrade. El grupo GEM- Constructores de Quito empezó a trabajar en Manta desde 2003. Carlos Garcés es uno de los socios de la firma quiteña.

Desde Quito había demanda de vivienda para Manta, así que empezamos a construir, pero en la modalidad de apartamentos, afirma. La zona escogida fue el acantilado sobre playa Murciélago sureste de la urbe. Los 22 metros de altura del macizo, a partir de la playa, lograron seducir a los inversionistas quiteños.

A partir de esa época se han levantado 7 edificios propios y uno para una entidad bancaria. El 80% de los clientes de estas edificaciones son residentes de Quito, mientras que el 20% se reparten entre manabitas y extranjeros.

$ 100 millones del Banco Mundial

Después del terremoto de abril de 2016, Manta es una de las ciudades que muestra recuperación. Bajo el eslogan ‘Manta se levanta’,  la urbe porteña, a través de la alcaldía, emprendió obras de regeneración, las cuales fueron posibles gracias a un préstamo de $ 100 millones otorgado por el Banco Mundial (BM) en 2013, con   5 años de gracia.

El alcalde Jorge Zambrano, quien además fue burgomaestre en 1996, afirma que la ciudad en esa época era un caos. “No había inversión.  Existía actividad pesquera, pero los capitales producto del negocio no se quedaban en Manta. Se devolvió a Manta y a sus habitantes la dignidad, realizando cambios con una adecuada administración”, explicó Zambrano. (I)

Datos

La mayor inversión privada en la historia de Manabí está en Manta. Se trata del Mall del Pacífico que costó $ 110 millones y abrió sus puertas este 2017.

El corredor económico de Manta se complementa con la industria atunera que además se ubica en los vecinos Montecristi y Jaramijó. Las mujeres representan la mayor fuerza laboral del sector.

La capacidad de almacenamiento de materia prima de atún en cámaras frigoríficas es de 100 mil toneladas. Eso permite a la industria trabajar para cumplir con los pedidos del extranjero.

La industria en Manta procesa 450 mil toneladas de atún al año. De esa cifra 250 mil captura la flota nacional que está conformada por 122 barcos atuneros. Las otras 250 mil provienen de importaciones que realizan los empresarios de los procesados de atún. Las fábricas están ubicadas en el noroeste de la ciudad, donde se concentra la actividad pesquera.