Las proyecciones hasta octubre es recibir a 200 mil personas
Los turistas de la Sierra se toman Manta
No conocía Manta, pero con unas horas en la ciudad, Víctor Herrera afirma haber quedado encantado. Él, junto a su esposa Esther Carabajo, sus padres y sus hijos viajaron desde Latacunga para vender café y aprovechar su paso por la localidad para conocer de sus playas y su gastronomía.
“Siempre había escuchado de Manta, que su comida es rica, de los camarones. Por fin conozco la playa de El Murciélago”, expresa este caficultor, quien busca expandir su mercado y ve en Manabí un buen punto de venta.
De su parte, mientras camina fuera de los restaurantes que están ubicados en Playita Mía, Carabajo se refiere al clima.
“El sol está rico para meternos al mar. Nosotros siempre vamos a Playas, pero de ahora en adelante nos daremos vueltas más seguido por aquí”, lanza esta latacungueña, quien comerá camarones, al igual que su esposo.
Ellos van a comer en el restaurante Cabanilla, donde Mireya Vinces está presta a recibir los pedidos. “Tenemos pescado apanado, ceviches, corvina frita, camotillo frito...”, dice la vendedora.
Tras despechar los platos, Vinces indica que los precios siguen igual que el año pasado. “Hay platos de pescado apanado desde $ 3. La corvina es la más vendida, así como los camarones, ya sea en ceviche o reventados”, expresa.
Fuera del comedor está parada Ana Ponce. Carga una tabla de un metro y medio al cuadrado llena de gafas. Es una escena multicolor. En su producto se ve reflejado el sol playero de Manta.
Ella, al igual que decenas de trabajadores turísticos más, se ha preparado para recibir a los visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
Ponce resalta que recibió clases de inglés por parte del Departamento de Turismo del Municipio de Manta y que está “lista para hablar con los gringos”.
Es una vendedora jovial, habilidosa para ofrecer sus gafas. Cuenta que la mercadería ha subido de precio, pero que “las personas no quieren pagar más por las gafas y uno a veces solo se gana $ 0,25 por gafa y eso no es justo”.
Una semana atrás, su promedio de venta en un día entre semana cualquiera era de 3 a 4 gafas. “A veces ni salía del cero (no vendía nada). Pero estos días han sido mejores con la llegada de las personas de la Sierra. Es mediodía y ya he vendido 5 gafas”, comenta. Son alrededor de 50 personas las que se dedican a la venta de anteojos para sol en la localidad.
Ponce camina por Playita Mía mientras ofrece su producto. A escasos metros está Cecilia Chamorro, quien jugaba con su pequeño hijo en la arena. El menor está aprendiendo a caminar y da escasos pasos. Está acompañada de su esposo, Santiago Vargas, así como del cubano Alejandro Alfonso.
Ellos llegaron a Manta desde Quito para conocer la ciudad. “Nos han hablado mucho de las playas de aquí y decidimos venir”, lanza Alfonso, quien cuenta que la localidad debe mejorar en el aspecto del trato al visitante. “Fuimos a un restaurante y casi que no nos atendieron, eso debe cambiar por el bien de la ciudad”, dice.
Vargas indica que se quedarán por 4 días más en la ciudad. Planean ir a Puerto López para irse en un tour a ver a las ballenas jorobadas. “Llevamos un año trabajando sin vacaciones y llegó el tiempo de disfrutar”, acota Chamorro.
Para esta temporada alta para turistas de la Sierra, debido al período de vacaciones estudiantiles (de agosto a octubre), en Manta se han preparado actividades en las que se espera recibir a 200 mil personas.
Hoy se lleva a cabo el Ironman 70.3, la próxima semana se llevará a cabo la final del Campeonato Mundial del Encebollado, en la que estará presente el presidente de la República, Rafael Correa. Solo en este fin de semana se estima que habrá 30 mil personas.
Aleksey López tiene un negocio de venta de camisetas en El Murciélago. Comenta sus ventas suben de a poco.
“Yo llevo 13 aquí y siempre espero estos meses, porque es cuando me puedo levantar como comerciante. Vendo todo el año, pero estos meses son los mejores para la venta”, destaca el propietario de Aleksey T-Shirts.
Un local comercial en la playa de El Murciélago se puede alquilar entre $ 200 y $ 300. En su mayoría, los espacios que hay en este sector son restaurantes.
Son 112 hoteles, hostales, hosterías y pensiones las que hay en el balneario manabita y cuentan con capacidad para recibir a unas 6 mil personas. Para esta temporada fuerte, los empresarios hoteleros han realizado una serie de adecuaciones a las instalaciones de sus negocios con el fin de dar un mejor servicio a sus clientes.
La ciudad tiene hoteles de lujo como el Manta Host, Oro Verde y Poseidón. En la actualidad se construye otros hoteles más en esta categoría, el Best Western, en la vía a Barbasquillo.
En la actualidad, hay hoteles de la localidad que ya tienen reservado el 80% de su espacio por el resto del mes. Si de gastronomía se trata, hay 179 restaurantes, 30 cafeterías, 109 bares y 35 fuentes de soda. (I)