Los mejores muebles de Manabí nacen en Los Bajos, un rincón de Montecristi
El sonido de la cepilladora hace complicado el diálogo. Las pestañas de los más de 15 obreros del Taller Manabí están cubiretas por el polvo que se desprende la madera. Es algo normal. El trabajo inicia a las 07:30 y se prolonga hasta las 17:30.
Uno de los tantos pedidos por entregar es una cómoda. La labor está dividida. Los obreros cortan la madera -comprada en Manta- las cuadran, unen las tablas, las pulen y todo comienza a tomar forma con los cajones... finalmente las decoran.
Efrén Navarrete, un hombre de 79 años, nacido en Los Bajos Las Palmas de Montecristi, es de aquellas personas que han dedicado su vida a producir muebles.
En su localidad son varios los talleres de fabricación de muebles de madera. Debido a la calidad de la obra, los clientes no solo llegan de distintos sectores de Manabí, sino de diversas provincias de Ecuador.
“Aquí también trabajan con madera don Francisco Mero, Kléver Quijije, Alberto Mero, don Hurtado”, dice el carpintero, acerca de los colegas que recuerda en ese momento.
En la actualidad tiene un taller ubicado en la calle 15 de Agosto, pero se ríe cuando recuerda que comenzó a trabajar hace muchos años a punta de serrucho y formón (instrumento similar al cincel) como asistente. Su cuñado Bolívar Santana, sin egoísmo y con paciencia, le enseñó. Comenzaron entregando camas. Su gusto por la ebanistería empezó cuando tenía 50 años.
La agricultura, que había sido el motor para sustentar a su familia, comenzó a decaer justo cuando había regresado de Venezuela, país en el que vivió muchos años.
Trabajos llegan a almacenes
En las afueras del taller hay obras ya culminadas como puertas, peinadoras, camas, repisas, estantes, sillones todo para entregar al cliente. “Siempre damos un buen material, por eso es que acá llegan Sansón y los que no son”, dice entre risas Navarrete.
Su negocio se convierte en una cadena multiplicadora, porque la mayoría de muebles se expende en otros sitios. “Vendo a Macario Mendoza, Alcides Macías, Almacén Carmita de Tarqui (en Manta). En Portoviejo distribuyo a Súper Colchón de Wacho Menéndez”, cuenta el ebanista, quien destaca que también tiene entregas en cantones más alejados como Chone y Pedernales.
La inversión que Efrén realiza no la detalla, únicamente dice que son miles de dólares al mes. El mayor rubro es el pago de empleados. “Este negocio sí es rentable”, asegura el hombre, quien dejará de trabajar cuando Dios lo llame. Don Efrén prefiere trabajar con laurel. “Hay un nexo especial”, dice al respecto.
Las localidades a las que más se distribuyen los muebles son Montecristi (zona urbana), Manta y Portoviejo. “Un flete a Manta cuesta entre $ 12 y $ 15, aunque la gente viene más a comprar en carro propio”, cuenta Efrén.
Su hijo, Franklin Navarrete (48 años) explica que allí son varias las personas que saben el oficio de carpintería. Una de las cualidades que aprendió desde su adolescencia, es que el cliente es el “mimado”. Con ellos hay que tener paciencia.
Como todo se va modernizando, han pensado después en buscar un maestro para que haga otro tipo de trabajos mejorados. Aparte de trabajar con laurel, en el negocio de su progenitor utilizan madera procesada MDF.
Otro de los talleres del lugar es El Mueble, de Kléver Quijije, donde también cuentan con pedidos de diferentes partes del país. “Somos fabricantes por excelencia”, afirma Milton, hermano de Kléver.
Las paredes del taller, que se levanta en la calle principal de Los Bajos Las Palmas, demuestran años de labor. El aserrín desgastado es evidencia del paso del tiempo.
Funciona hace más de 20 años, indica Milton, quien administra el almacén de muebles que queda junto al taller. El negocio tiene 3 pisos, divididos por secciones: cómodas, muebles y camas.
“Nosotros tenemos pedidos en Guayaquil, Quito, Ambato... nuestros productos han llegado a Galápagos”, comenta.
Uno de los comerciantes que compra en Los Bajos, para luego revender, es Miguel Carreño, quien asegura que en este lugar de Montecristi es más barato, pues en esta semana adquirió una cama de 2 plazas en $ 80.
Son múltiples los locales de ventas de mueble para hogar. “Todos van con la garantía de calidad de que fueron hechos en Los Bajos”, dice Milton. Los meses de mayor venta son mayo, por el Día de la Madre, y diciembre, por las festividades de Navidad y fin de año.