Por Irina Mera y Paúl Cedeño, alumnos del Juan Montalvo

La alimentación es variada en el colegio Juan Montalvo de Manta. La institución cuenta con 11 bares, de los cuales 10 tienen a disposición de los estudiantes comida rápida y platos fuertes como arroz con menestras, carne, pescado, entre otros. En ninguno se venden gaseosas.

Para alumnas como Andrea García, del primer año de bachillerato D, este tipo de comida es buena, pero no es la adecuada para un joven en su tiempo de recreo.

De su parte, Belén Muñoz, compañera de curso de García, manifestó: “Las personas debemos comer 5 veces al día. Las principales comidas son desayuno, almuerzo y merienda. Entre estas debería haber 2 comidas y una de esas es la del receso en el colegio”.

Melanie Pérez, también estudiante del Juan Montalvo, indica que los alimentos que se ingieren en el receso deben ser bajos en grasa.

Pero, ¿qué comemos los estudiantes en el receso? Lo saludable sería tomar un batido natural o comer alguna fruta.

Por lo general, muchos de los alumnos prefieren comer las frituras, lo cual les genera problemas de obesidad.

“Hace 12 años mi hija abrió este bar y lo bautizó con el nombre de La Madrina”, comentó Ramona Moreira, quien ahora atiende el negocio con ayuda de su sobrina, Eliana Moreira.

Ramona busca que los estudiantes tengan una buena alimentación.

Las personas responsables de los bares comentan que los alimentos fritos que venden son de buena calidad. No abusan del uso del aceite, el que cambian siempre.

La buena alimentación en los colegios es vital, es una práctica que se debe multiplicar. (O)