La quiteña Cecilia Huizinga (apellido de su esposo Peter, nacido en Holanda) contaba las horas y minutos para que acodere el buque Logos Hope, en el muelle de aguas profundas del puerto de Manta.

Cecilia, que en diciembre cumplirá dos años a bordo del navío convertido en la biblioteca flotante más grande del mundo, cuenta que su corazón se comprimió al saber que la gira por Sudamérica empezaría en Ecuador.

Ella es una de los tres ecuatorianos que forman parte de la tripulación de 375 voluntarios de más de 64 nacionalidades que viajan en el navío, cuyo fin es transmitir conocimiento, ayuda y esperanza a pueblos del mundo.

Cecilia estuvo 20 meses en la librería la cual expone más de 5.000 títulos de variados temas para niños, jóvenes y adultos (60% en español y el resto en inglés).

La quiteña es, hace tres meses, parte del área de apoyo social. “Es gratificante hacer servicio social en tu país, había llegado a muchos puertos, pero arribar a Manta tenía otra sensación; es tu patria”, reseñó.

Junto con Cecilia viajan otros dos ecuatorianos, un ibarreño y una guayaquileña que este viernes 16 de noviembre apoyaban las actividades logísticas.

El Logos Hope abrió sus puertas al público desde las 14:00 del viernes 16 y permanecerá hasta el 25 de noviembre. Las visitas son de martes a sábado de 10:00 a 21:00 y domingo de 14:00 hasta 21:00.

En el interior de la nave todo está ordenado. Al ingreso al puerto hay unidades de buses a disposición de la comunidad que trasladan hasta el muelle internacional.

La cordialidad y felicidad se pone de manifiesto en toda la tripulación. Anita, de Alemania y Boaz de Tailandia, luciendo trajes típicos de sus territorios, invitan a subir al navío. La brasileña Ester Lugao destaca que el buque arriba luego de haber estado en puertos de México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá.

El viernes 16 de noviembre se realizó un acto de inauguración, con la participación de funcionarios de la provincia, así como el director de la nave Pil Hun Park, originario de Corea del Sur.

El argentino Marco Arjona, voluntario que pronto concluirá el ciclo como tripulante (son dos años)  dijo que estarán en las comunidades Ligüiqui y Pacoche para ayudar y cumplir trabajo social. Donarán purificadores de agua, lentes para leer y ejecutarán proyectos.

La biblioteca llamó mucho la atención a Moisés Zambrano, un niño amante de la lectura. (I)