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El Telégrafo
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Las elaboran desde hace 20 años y son réplicas a escala de los habitáculos montuvios

Las casas nativas de caña guadua conservan la tradición manabita

Las casas a escala de caña guadua se muestran en una propiedad ubicada sobre el Paso Lateral de Portoviejo, en el noreste de la capital manabita. Se venden desde $ 350 cada una y los adultos son los clientes.
Las casas a escala de caña guadua se muestran en una propiedad ubicada sobre el Paso Lateral de Portoviejo, en el noreste de la capital manabita. Se venden desde $ 350 cada una y los adultos son los clientes.
Fotos: Leiberg Santos / EL TELÉGRAFO
28 de octubre de 2017 - 00:00 - Patricio Ramos

Manta.-

Las viviendas con materiales autóctonos de la campiña de Manabí (caña guadua, cade y madera) no pierden vigencia, es más, son reinventadas.  Son similares a las populares casas conocidas como tipo Hogar de Cristo o las viviendas del montuvio por su sencillez y fácil armado que, por lo general, son elaboradas de cinco metros de frente por ocho de fondo.

Desde hace dos años, también se las construye de dos metros de frente por cuatro de largo. Estos habitáculos fueron concebidos en primera instancia como casas para muñecas, pero tienen mayor demanda por adultos y adultos mayores.

En el taller de David Saltos, ubicado en el paso lateral de Portoviejo (noroeste de la capital manabita), la caña guadua para las paredes, la madera para la estructura y el cade (hoja de palma de tagua) para la cubierta cobran vida en las manos de cuatro artesanos.

Saltos vive en una casa vernácula a escala, que yace en medio de su taller que está ubicado en una propiedad de cinco hectáreas. Es de tres metros y medio por cuatro de largo y cinco de altura. Una persona ingresa sin problema. En un solo andar se muestran la sala, el comedor, la cocina y el baño en la planta baja. Mientras que en el segundo piso una cama en la habitación  y una hamaca (accesorio infaltable manabita) completan el habitáculo.

En un restaurante ubicado en la vía Portoviejo-Rocafuerte, una casa a escala sirve de entretenimiento para los niños que llegan con sus padres a comer.

Para mostrar las bondades de estas casas a escala hay que habitar en una, así los clientes saben que se predica con la vivencia, afirma Saltos. El taller de este artesano que además elabora muebles, parece una feria exposición. No posee cerramiento, eso es una ventaja, las minicasas de caña guadua son visibles desde los autos en movimiento que circulan por el paso lateral.

Se las construye a una altura promedio de 50 centímetros (cm) del piso. Cuatro adoquines son el soporte. Los pilotes (columnas) también son pequeños, máximo llegan a los 2 m. Una habitación de 1,50 metros (m) de ancho por  2 m de largo, es perfecta, ahí cabe una cama de plaza y media. La sala y la cocina están en un solo cuerpo. El infaltable balcón sirve además de un elemento para ubicar plantas típicas manabitas, como las veraneras que le dan el ambiente natural a la vivienda.

Las ventanas de 50 cm de frente por 60 cm de alto y la puerta de 1,50 m de largo forman parte de los elementos de la vivienda. La cubierta a dos aguas es cade, ello la hace muy fresca cuando la temperatura ambiente supera los 30 grados centígrados. Muchos piensan que son casas para muñecas, a simple vista, pero el 80% de clientes es adultos y adultos mayores.

Efraín Zambrano (57), un comerciante de ropa viaja todos los días desde Chone hacia Manta. Hace seis meses cada que pasaba miraba las  casas, hasta que a inicios de agosto se decidió por comprar una. La llevó a San Antonio de Chone en un vehículo grande. Funcionará como casa de juego para mis nietos y además la utilizaremos cuando el ambiente sea caluroso, la casa mayor de Zambrano es de hormigón armado por ello es calurosa cuando el sol es candente, afirma el comerciante.

En la vía Portoviejo-Rocafuerte, donde existe un amplio valle, estas casas a escala forman parte del mobiliario familiar. Por ejemplo en la estancia de un restaurante de comida típica manabita, una de estas casas fue adquirida para que los hijos de los comensales se distraigan antes y después de consumir los alimentos.

Fabiola Narváez es clienta regular del restaurante. La casita, como la denominan mis hijas es clave para traerlos a comer, hasta yo me quedo en ella, es muy fresca y coqueta, afirma.

El aroma a caña guadua picada recién cortada abraza el ambiente  interior de las casas a escala. Las escaleras de estos minihabitáculos son de madera. Las divisiones internas de latilla (pedazos de guadua), ello las hace sismorresistentes. Hasta existe un espacio para el horno de madera forrado de arcilla donde se puede cocinar. Este elemento es solo para las casas para adultos. (I)

El artesano David Saltos además diseña y elabora muebles con madera de árboles muertos que son recogidos en los cauces de ríos en varios cantones.

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