Manta.-

La construcción es única en su tipo en Manta y Manabí. Con el perfil de un centro comercial, la terminal terrestre ‘Luis Valdiviezo Morán’ está ubicada en la zona El Palmar, en el noroeste del puerto manabita. A pesar de que fue inaugurada el 4 de noviembre, la obra ha avanzado el 96%, expresó el contratista Clemente Vásquez, gerente de la constructora AcuiVásquez, encargada de la edificación.

Los acabados están pendientes y se trabajará hasta el 27 de diciembre, fecha en la que será entregado definitivamente el proyecto como lo estipula el contrato, señaló Vásquez. El 5 de noviembre fue su primer día de habilitación, después de la inauguración, ya que la infraestructura se estrenó al final del feriado de los difuntos.

Cuando se ingresa al edificio, ubicado a dos kilómetros del aeropuerto Eloy Alfaro, lo primero que llama la atención es la frescura en el lugar. El área de construcción en su interior está climatizada.

Fabiola Intriago, manabita residente en Guayaquil, ponderó la obra. “Me desplazo en todos los feriados a Manabí, ahora estoy de regreso al puerto principal. La espera mientras llega el autobús es placentera, es muy lindo. No es como antes que se  renegaba, porque en el anterior terminal, que ya estaba pasado de moda, no había comodidades”.

A los lados del amplio pasillo, que va del norte al sur de la edificación funcionan las oficinas de las 26 cooperativas de transporte cantonal, intercantonal e interprovincial. Los ventanales, de pared a pared, dejan visibles las boleterías y lo que ofrecen los locales comerciales. Islas con plantas naturales y artificiales dan colorido a la flamante terminal terrestre.

La infraestructura del patio de comidas (extremo norte del edificio) es similar a la de un aeropuerto, porque es confortable, atractiva a la vista y, sobre todo, no invade los espacios de circulación de los pasajeros. Alejandra Pincay, quien arrienda un local, vende almuerzos, al igual que lo hacía en la antigua estación de buses.

A pesar de que el costo del alquiler es de $ 1.000 al mes, Pincay aseguró que incrementará el valor del almuerzo, antes pagaba de renta $ 40 mensualmente.

El esposo de Alejandra, Daniel Santos, es optimista. “Las personas nos conocen y saben de nuestra sazón, nos va a ir bien”.

Atrás del edificio están los andenes donde se estacionan las unidades de transporte. En la zona aledaña a la vía Puerto-Aeropuerto hay una playa de estacionamiento de 15.000 metros cuadrados. Las proyecciones de los administradores de la terminal es que al lugar ingresen 40 vehículos por hora.

La infraestructura que complementa la terminal terrestre son los hoteles Aquamarina y Manta Airoport, que fueron inaugurados recientemente con una inversión de cerca de $ 2,5 millones.

Un tragaluz en la mitad del pasillo aprovecha la iluminación natural en el día. Luces LED complementan el sistema de alumbrado  que en las noches adquieren tonalidades turquesas. La información para los usuarios está diseñada para que se puedan autoguiar con facilidad por el edificio.

Las columnas están forradas con material de alucubond de color plateado. En las paredes del patio de comidas hay una alegoría de pintura con peces multicolores, en alusión a la cercanía de la ciudad con al océano.

“Es una terminal definitivamente moderna, ya era hora de que esta ciudad que es puerta del turismo nacional e internacional tenga este tipo de infraestructura”, comentó Fabián Zambrano, comerciante de ropa que viaja semanalmente desde Manta hasta Guayaquil. (I)

El patio de comida, que es uno de los módulos más atractivos del edificio, tiene un ambiente similar al del aeropuerto, confort y comodidad.  Foto: Rodolfo Párraga / EL TELÉGRAFO