El recorrido inicia en Manta y culmina en Santa Ana
La ruta de las 13 iglesias, una tradición que gana terreno en el campo turístico
La religión forma parte de la rica diversidad cultural del Ecuador. Según estudios realizados en 2012 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 91,9% de los habitantes practica una creencia, de este el 80,4% es católico.
Una de las manifestaciones religiosas que ganan espacio en la provincia es La Ruta de las Iglesias en Manabí, un recorrido de 71 kilómetros que comprende los cantones Manta, Montecristi, Portoviejo y Santa Ana.
María Victoria Delgado, excoordinadora del Departamento de Turismo del Gobierno Autónomo Descentralizado de Montecristi, indicó que el recorrido nació como parte de un proyecto en 2011, junto a los GAD de Manta, Portoviejo y la Arquidiócesis de la capital de los manabitas. El evento fue llamado la Ruta Religiosa, peregrinos por Manabí, y su objetivo era dar a conocer las diferentes estructuras y diversidad de cada iglesia.
“Es importante saber sobre la construcción de cada templo. Si hacemos una encuesta, las personas solo van a la iglesia a orar y escuchar la misa, pero desconocen sobre su historia”, expresó Delgado, mientras observaba la Catedral.
Además, “planteamos la idea de realizar la ruta de las iglesias para que propios y extraños puedan conocer los detalles de los santuarios y fortalecer el turismo a nivel de los cantones”.
Kelita Chévez, exsecretaria del obispo de Portoviejo, expresó que “la fe cristiana nace, evidentemente, dentro de una cultura, pero surge por iniciativa de Dios y trata de abrir a los hombres la posibilidad de referirse al Supremo como algo superior a toda imagen cultural”.
La Basílica Menor de Montecristi es una de las más visitadas en la provincia. En Semana Santa, son más de 300 mil las personas que visitan el templo, destacó, por su parte, el párroco Ángel Toaquiza.
Templos de Manta y su historia
Las iglesias, algunas de las cuales tienen más de 100 años de edificación, guardan en sus estructuras historias y enseñanzas, lo que permite a los fieles conocer las diferentes culturas que presentan las congregaciones.
El jesuita Gustavo Maldonado, párroco de la iglesia La Merced de Manta desde hace más de 16 años resaltó que la “historia de ese templo está en las tinieblas del olvido, sin embargo, hay unos libros que explican un poco de su leyenda”.
El religioso mostró las fotografías de cuando se cumplieron 90 años de la parroquia en manos de los jesuitas.
El primer templo que se creó en Manta fue el de Nuestra Señora del Rosario, así lo aseveró Rubinsky Sánchez, representante de esta comunidad. “Desde aquí nacieron las demás congregaciones; se puede decir que es la madre de todas las parroquias que hay en esta ciudad”, argumentó.
Los salesianos fueron quienes comenzaron a construir las capillas aledañas a esta y con el pasar del tiempo comenzaron a consagrarse algunas parroquias en vista del crecimiento de la población.
Existen otros templos como Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, del Divino Niño y la Catedral Virgen de la Dolorosa que son las más visitadas en la urbe porteña, sobretodo la última por su historia marcada en 1996 por la caída de un avión norteamericano, que dejó un saldo de 32 muertos, incluido el sacerdote José Gabriel León.
En 1923 de mano de los Jesuitas y del sacerdote francés Julio Pierregrosse se inició la construcción de la iglesia La Merced.
En 1954, después de tantos debates y con el crecimiento de los habitantes se colocó la primera piedra a la construcción de la iglesia Virgen de La Dolorosa, luego de comprar el terreno donde está ubicada a la señora Amanda de Escobar. Se posesionó a Francisco García Jiménez, más conocido como el Tío Paco, como párroco de dicha Catedral, en el año 1964.
La iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, fundada en 1966 por el padre Francisco Pazmiño Arce, un misionero Redentorista Ambateño, sigue guiada por esta congregación, actualmente por el padre Pablo Encalada.
En 1993 se creó la iglesia Divino Niño Jesús, comandada inicialmente por los Padres Salesianos y en la actualidad guiada por los Oblatos.
Montecristi, la casa de la Virgen de Monserrate
La Virgen de Monserrate es una imagen representativa en Manabí, fue traída desde Europa en 1534, cuenta el párroco Toaquiza, quien revela además que esta fue intercambiada con otra figura enviada hacia Perú.
El padre explica que la imagen fue llevada hacia la falda del cerro Montecristi para evitar que los piratas la robaran. Posteriormente fue trasladada al pueblo para que los habitantes la protejan. Así se convirtió en patrona de la ciudad y desde el 12 al 21 de noviembre de cada año, los católicos de ese lugar efectúan caminatas y serenatas en su honor, para agradecerle y pedirle que cuide de ellos.
En Montecristi también se puede visitar el Monasterio Las Carmelitas, donde las hermanas se dedican a una vida de claustro y oración en medio del silencio, con paredes que exhiben fotografías de santos.
La Merced, patrona de Portoviejo
Chévez, sostiene en su investigación que no hay datos específicos de la construcción de La Catedral Jesús el Buen Pastor, y que solo se conoce que fue iniciada por el obispo Luis Tola y Avilés.
Con el pasar de los años fue terminada y restaurada por Antonio Metalli, Becario del Obispo Juan María Riera.
El templo Nuestra Señora de la Merced es otra basílica que posee esta ciudad. Fueron los sacerdotes mercedarios quienes ayudaron en la construcción.
En 1871, la parroquia pasó a ser Catedral, con el acuerdo de la bula pontificia Multíplices inter.
Durante la Revolución Alfarista, el templo y el convento mercedario fueron saqueados e incendiados, desde ese momento desapareció para siempre esta comunidad religiosa.
Otra iglesia es Beato Pío IX, consagrada por el señor Cardenal Antonio José González Zumárraga, en 2001.
El papa Pío Noveno demostró su afecto por América Latina con la creación de nuevas diócesis, por ejemplo en Ecuador creó sedes en Portoviejo, Esmeraldas, Loja, Riobamba, Ibarra y Quito, elevando a esta ciudad como sede metropolitana.
El Templo Parroquial del Espíritu Santo fue consagrado por el Nuncio Apostólico en Ecuador Alain Paul Lebeaupin en 2001.
Esta parroquia fue elaborada por el arquitecto italiano Cesare Aresi; allí residen sacerdotes y religiosas, y cuenta con el edificio de las obras parroquiales, las aulas para el catecismo, áreas de juego y el Centro de las Obras Parroquiales Educativas de la Vicaría de Educación.
El recorrido finaliza en la capital manabita con la Capilla el Sagrario, obra construida por el Arzobispo José Mario Ruiz Navas, después fue consagrada por el Nuncio Apostólico en Ecuador Alain Paul Lebeaupin, en 1998.
Santa Ana, el cierre de la ruta
Claudio Bermúdez, quien lleva 5 años al frente de la iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, manifestó: “Entre las reliquias de este templo hay libros que comprenden desde el año 1852. Su primera autoridad parroquial fue el Fray Camino”.
La construcción del templo se efectuó gracias a los moradores del sector en ese entonces.
Manabí no solo ofrece playas, gastronomía y parques nacionales, sino la historia de cada santuario. Los entrevistados en esta nota concuerdan en que La Ruta de las Iglesias debe ser potenciada turísticamente.
La comunidad religiosa se encuentra presta a colaborar con los peregrinos para que conozcan cada una de las iglesias, que sepan que no solo es una simple estructura, sino un espacio lleno de vida de historia, que se refleja en cada una de sus paredes y se mantiene durante el paso de los años. (I)