El personaje
Homero tiene vivencias de la guerra del Cenepa y la música
Con una sonrisa y cantando un pasacalle de su autoría, Homero Intriago (60 años), expende mariscos entre robalos, picudos y filetes de pescado, a un costado de la vía Puerto-Aeropuerto, sector La Florita.
Lleva una década en el negocio, con lo cual aporta a la economía de su hogar. Su forma de atender es lo que persuade al cliente y lo que lo mantiene en el oficio. “El comercio de mariscos me gusta, lo llevo adelante con honestidad, con honradez y con la frente en alto”.
Quienes lo conocen lo llaman ‘El Colorado’, por su tez blanca y ojos verdes. A su puesto llegan a comprar autoridades locales y visitantes. En su listado constan concejales de Chone, Sucre, El Carmen y Rocafuerte, que se detienen un rato para adquirir sus mariscos frescos. “Hay días que se venden 20 piezas y otros, 60. Igual con crisis y todo, la gente no va a dejar de comer”.
Participó en la guerra del Cenepa y es uno de los héroes que defendió la frontera, por lo cual fue condecorado. Ha ejercido como auxiliar de ventas, auditor y chofer. Desde pequeño la música lo cautivó. Sabe entonar la guitarra con la que compone pasillos, valses y pasacalles. “Compuse un pasacalle a la ciudad de Manta dándole un ámbito dedicado a la mujer”.
En aquella letra destaca a capela: “Ciudad de Manta yo te proclamo mi soberana/ hay mujeres tan lindas y bellas por eso vengo a felicitarla...”. Le gusta su trabajo y busca el equilibrarlo con el arte. “Me gusta dar una buena imagen”. (I)