Anoche estaba previsto que el flujo de agua que bombea la planta de Caza Lagarto (Santa Ana) hasta la planta de tratamiento de Colorado llegara a los hogares de la parroquia Eloy Alfaro, de Manta. Esto luego de superar un daño en el sector de Los Silos, en Portoviejo.           

Bolívar Cedeño, director técnico de la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM), dijo que en la verificación se percataron  de una conexión clandestina a la tubería, que ocasionaba daños.

“Dejaron un orificio y con la presión del agua se rompió. El problema ya se arregló”, indicó el funcionario.

Esto ocurrió el jueves, un día después de que colocaron la bomba de impulsión en Caza Lagarto, para abastecer a esa parroquia.   

La situación será investigada, señaló el gerente de la EPAM, José Espinoza, quien lamentó lo ocurrido y realizó un llamado a la ciudadanía para que denuncie este tipo de hechos ilegales.     

Por otra parte, en la planta El Ceibal (Rocafuerte), dos de las tres bombas impulsan 50 mil metros cúbicos diarios de agua.  

El director técnico de la empresa explicó que ayer, desde muy temprano, una cuadrilla de mantenimiento llevó al lugarel otro motor que estaba en reparación, para ensamblarlo y colocarlo. Se tenía previsto en el transcurso de la tarde probarlo y ponerlo en marcha.  

Las bombas de esta planta cumplieron su vida útil, por ello la directiva elabora un presupuesto referencial, para la compra de las mismas, en especial cuando existe el compromiso de apoyar en la adquisición de dos de los tres motores por parte de los alcaldes de Rocafuerte y Montecristi.