De diciembre a abril de cada año Manta, como otras ciudades costeras del país, vive su época playera. Es característico que durante estos cuatro meses los balnearios del cantón manabita reciban la visita masiva de los amantes de deportes extremos al generarse mayores olas.

Esto se convierte en un espectáculo no solo para los atletas, sino también para los turistas que llegan de distintas regiones, como la Sierra, y que dedican tiempo para observarlas y graficarlas.

Entre esos visitantes se incluyen Yosenka Guevara y Génesis Armas, quienes admiran el mar como tal, no por su estado (con o sin aguajes). Aprovechan estos días de temperaturas altas para recibir la brisa marina.

Los surfistas, como David Villarroel, en este período cogen más seguida su tabla para desafiar las olas. Villarroel sugiere a los turistas evitar ser imprudentes en la época de oleaje, sin embargo no por eso deben dejar de visitar las playas. “Es un deleite para nuestros ojos observar estos fenómenos de la naturaleza”.   

Explica que en otras ciudades como Hawái (Estados Unidos) hay inmensas olas, las orillas se llenan de miles de turistas de otros países, que llegan expresamente a observarlas, mientras se deslizan surfistas de gran nivel.

En Manta cientos de practicantes de deportes extremos visitan las playas locales, como El Murciélago, San Lorenzo y San Mateo. Este último balneario es reconocido por la longitud de sus olas.

Luis Loor, quien vende libros en el Malecón Escénico, de la playa El Murciélago, afirma que esta temporada es una de las mejores que vive la ciudad por la llegada de viajeros.

Agrega que hay mucha actividad, porque también asisten niños y jóvenes a los cursos vacacionales que se realizan sobre la arena.

El 2019 empezó con lluvia, lo que no fue impedimento para que los turistas se trasladaran a los 13 balnearios del cantón. La época de precipitaciones la acogieron como buen augurio, dijo Esteban Fiallos, titular de la Cámara de Turismo. (I)