Cirilo Mendoza continúa en la vereda de la avenida 108, en los exteriores del Mercado de Tarqui. Lleva cerca de 8 días en el lugar vendiendo pescado.

El mesón que era su lugar de trabajo en el área destinada para los mariscos está vacío. Asegura que allí dentro no tenía clientela y que “se mantendrá en la vía pública hasta que se controle a los comerciantes informales”.

Considera que su negocio ha dejado de ser rentable por culpa de los ambulantes. Pide a las autoridades que solucionen esta situación. “Nosotros estamos de acuerdo con que ellos trabajen, pero organizadamente”, explicó.

El presidente de la Unión de Mariscos de Tarqui, José Mera, de la cual es miembro Mendoza, expresó que solicitaron, desde el inicio de la nueva administración municipal, la prohibición de vender pescado en las calles. “Ya hemos mantenido reuniones, lastimosamente hasta el momento no vemos que actúen de una manera efectiva para contrarrestar esta situación”, enfatizó.

Advirtió que de no haber ninguna solución cerrarán mañana la avenida 108 y se ubicarán allí los comerciantes formales de mariscos del mercado.

La administradora del centro de abastos, Hilda Suárez, destacó que el desorden del lugar es por los vendedores informales de pescado, que serían 10, manifiesta. “Hay un convenio que permite a los informales ocupar tres mesas de adentro del centro de víveres para evitar la contaminación”, acotó.   

La funcionaria afirmó que esa es una de las soluciones que se les dio para que laboren, pues ellos no pagan impuestos y venden a menor precio. “Con justa razón los formales están protestando”, añadió.

Carlos Castro, comerciante informal, indicó que en el lugar que les destinaron no se vende. “Estuvimos como 15 días y apenas a diario se vendía 3 dólares”, refirió.

Por su parte, Luis Cheme aseguró que el lugar asignado no reúne los requisitos necesarios, “no hay área de desagüe”.

Él, como sus otros compañeros que no son agremiados, concluyó que quieren que los ubiquen en un lugar donde puedan laborar bien y vender el producto.  

El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, lamentó lo que está sucediendo en el mercado.

No es falta de autoridad, dijo, sino desesperación y por ello buscan vender de cualquier forma. “Nosotros a los ambulantes les dimos una alternativa de trabajo, pero parece ser que donde se los ubicó tampoco les va bien y volvieron a salirse a la calle”.

Aseguró haber dispuesto todo lo que sea necesario para la comodidad de los mercaderes. “Si algo falta entonces que comuniquen a la persona de administración del mercado para disponer a Obras Públicas la adecuación”.

El burgomaestre habló de la importancia de trabajar aceleradamente en la construcción del nuevo centro de abastos. “Vamos a arrancar por el sector de Los Esteros para darles alternativa de trabajo a aquellos que de manera excesiva están en el sector y ocupando la vía pública”.

Zambrano señaló que en el mercado de Tarqui actualmente hay exceso de comerciantes, lo que provoca este tipo de inconvenientes.